Los últimos días de abril y la primera semana de mayo fueron testigos de lluvias sin precedentes en el estado de Rio Grande do Sul , en el sur de Brasil. Cientos de ciudades quedaron inundadas, incluida la capital, Porto Alegre , con infraestructuras de saneamiento, agua potable, electricidad, teléfono e internet destruidas, puentes y viaductos dañados o arrasados, aeropuertos...