Controversia entre la Marina, SIMA Perú y la Contraloría por divulgación de información reservada sobre submarinos

La Contraloría General de la República ha publicado los contenidos de un Informe de Visita de Control realizado entre finales de agosto e inicios de septiembre en instalaciones de SIMA Callao en relación al programa de modernización de cuatro submarinos Tipo 209/1200 (Clase Angamos) de la Marina de Guerra del Perú en el que ha detallado pormenores técnicos que comprometen la seguridad y defensa nacional.

En lugar de seguir prácticas aceptadas internacionalmente de editar su informe para respetar la reserva que caracteriza a buena parte de los programas de adquisiciones, mantenimiento y reparaciones, modernizaciones de equipos militares, el informe de la Contraloría General de la República no ha escatimado detalles sobre la naturaleza de los trabajos que se realizan en los submarinos 209/1200.

Si bien la transparencia es siempre el norte que debe seguir el sector defensa, resultando absurdo por ejemplo colocar bajo reserva la compra de aviones y helicópteros de transporte, el programa de modernización de submarinos de la Armada del Perú sí resulta un tema sensitivo y la divulgación con gran detalle de aspectos técnicos y comerciales del mismo afecta negativamente a la seguridad y defensa nacional.

Dicho esto, la Contraloría General de la República ha realizado una visita de inspección, entre el 22 de agosto y 5 de septiembre, para verificar el grado de avance del Proyecto de Inversión Pública denominado Recuperación de la capacidad submarina en el teatro de operaciones marítimo por la modalidad de encargo.

El convenio entre SIMA Perú y la Armada para la modernización de dos submarinos 209/1200, BAP Chipana y BAP Antofagasta, se firmó el 26 de diciembre de 2014, a un coste de 494,5 millones de soles (132.67 millones de dólares aprox.). Según indica SIMA Perú en un comunicado publicado a raíz de la divulgación de información reservada, en el año 2015 se firmó un segundo convenio para similares trabajos en los otros dos submarinos 209/1200 (BAP Pisagua y BAP Angamos), a un coste similar al del primer convenio.

SIMA Perú no tiene capacidad para modernizar cuatro submarinos en simultáneo, y ha venido avanzando con el programa de modernización de unidad en unidad. Actualmente, el BAP Chipana está en pruebas de mar y el BAP Antofagasta sigue en el Hangar de Submarinos de SIMA Callao, su casco ya ha sido cortado y se trabaja en el reemplazo y/o overhaul de maquinarias y tuberías. En ese sentido, contabilizar plazos para los cuatro submarinos desde la suscripción del primer convenio resulta por lo menos, incorrecto. Los submarinos que no han estado bajo trabajos de overhaul en el astillero, han seguido prestando servicios a la Fuerza de Submarinos y de hecho a mediados de agosto reciente, el BAP Pisagua zarpó hacia Estados Unidos para participar en el ejercicio de guerra antisubmarina Subdiex 2024.

El primer convenio tenía un plazo de ejecución de siete años (venciendo en 2021), lo que evidencia un retraso de tres años en su implementación. Sin embargo, la Contraloría no ha tomado en cuenta que entre 2020 y 2022 el mundo fue golpeado por la pandemia del Covid-19, y que Perú sufrió los efectos de una draconiana política de respuesta al coronavirus que lo llevó a tener la tasa más alta de muertos a nivel global, incluyendo estrictas cuarentenas y severas restricciones a las libertades fundamentales de la población.

En su informe, la Contraloría señala haber encontrado un número reducido de equipos con garantía comercial vencida. La garantía comercial es el compromiso asumido por el fabricante sobre la calidad de su producto, la cual debe ser evaluada por el cliente al momento de recibirlo. La garantía comercial se pacta por contrato, tiene un plazo definido y usualmente el personal encargado de logística debe coordinar compras con la instalación de los equipos. La garantía técnica es la obligación de asegurar el funcionamiento de equipos, protege contra defectos ocultos. las garantías no cubren el ciclo de vida útil del submarino post-modernización, estimado por la Marina en unos diez a 15 años, sino, usualmente, 12, 18, 24 o 48 meses.

BAP Chipana en pruebas de mar. Foto: SIMA Perú

Estando el BAP Chipana en pruebas de mar y cerca de su entrega a la Marina, en el informe de a Contraloría se ha reportado necesidad de ajustes en los sistemas MAGE y KALLPA (sistema de combate), necesidad de reemplazar mangueras del sistema hidráulico y realizar reparaciones a la fuente de alimentación del periscopio, ocurrencias para las cuales es que precisamente se realizan las pruebas en muelle y pruebas de mar. Las pruebas de mar en el BAP Chipana deberían concluir a finales del presente mes, pero primero se requiere corregir las discrepancias halladas, lo que puede generar retrasos. Práctica usual.

Al anunciar el inicio de las pruebas de mar, el 23 de septiembre, SIMA Perú resaltó en sus redes sociales que "estas pruebas se realizan luego de haber efectuado el mantenimiento del motor eléctrico de propulsión, y el cambio total del cableado de fuerza, auxiliar y de control; así como, la configuración del tablero principal y de los tableros auxiliares, además de las pruebas de la planta de propulsión con el submarino amarrado a muelle y a velocidad reducida".

Además, se agregó: "De acuerdo al programa establecido, continuaremos con las pruebas de navegación en superficie, inmersión estática en aguas de poca profundidad, inmersión a profundidad de periscopio e inmersión a máxima profundidad, culminando con las pruebas de aceptación en la mar de los equipos nuevos instalados en el submarino".

Según señala el informe de Contraloría, en 2019 se instaló en el BAP Pisagua un nuevo sistema de control de tiro, periscopio de búsqueda, sistema MAGE (Medidas de Apoyo a la Guerra Electrónica), sistema de navegación inercial y compresoras. Ese mismo año se instalaron compresoras y baterías en el BAP Angamos. Como se puede apreciar, se avanzaba en la modernización en la etapa pre-Covid y según se aprecia en el informe, el progreso al 26 de julio de 2024 es 92,10 % en el BAP Chipana; 47,20 % en el BAP Antofagasta; 5 % en el BAP Pisagua y 3 % en el BAP Angamos.

En cuanto a la asistencia técnica suministrada por ThyssenKrupp Marine Systems (TKMS), SIMA Perú señala que las actividades disminuyen paulatinamente conforme los especialistas del astillero peruano adquieren nuevas capacidades.

Cabe indicar que el nivel de detalle que se ha hecho público ha generado malestar en la Marina de Guerra del Perú por la publicación de información reservada sobre el programa de overhaul y modernización de submarinos, motivando a ex altos mandos de la Armada a emitir un pronunciamiento en el que manifiestan su rechazo por tremendo descuido, provocado al parecer por el desconocimiento en materia de seguridad y defensa nacional por parte del personal de la Contraloría General de la República. Los vicealmirantes en retiro solicitan que "se respete las facultades exclusivas y excluyentes de la Inspectoría General de la Marina para realizar inspecciones de carácter técnico y operativo al material naval".

La transparencia es aceptable, deseable en las compras militares y programas de modernización de los institutos armados, nadie mejor que la Armada del Perú en ese sentido, sin embargo la transparencia debe ir de la mano de niveles adecuados de reserva. En último caso, la Contraloría pudo publicar su informe editando los detalles sensibles, siguiendo prácticas internacionales, oscureciendo con tinta negra, sea digital o material, las cuestiones materia de reserva militar.

BAP Pisagua, el 16 de agosto pasado, zarpando desde la Base Naval del Callao en dirección a EEUU para participar en el ejercicio Subdiex 2024. Foto: Marina de Guerra del Perú