El objetivo turco de convertirse en 2023 uno de los diez mayores exportadores de material de defensa, evidenciado por el presidente del país, Recep Tayyip Erdogan, hace una década, se cumplió puntualmente, de acuerdo con los registros del Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (Sipri).
En 2024 el país no ha podido repetir el logro, en pleno empuje de países como Corea del Sur, Países Bajos, Noruega y Suecia ante el nuevo entorno expansivo del gasto de defensa, pero la salud del sector turco sigue manteniendo la notable fortaleza adquirida en los últimos años. El inicio de los trabajos de construcción de tres corbetas para Malasia, que ha tenido lugar ahora, así lo evidencia.
La principal empresa turca de ingeniería naval, STM (Savunma Teknolojileri Mühendislik ve Ticaret A.Ş), ha celebrado en el astillero de Estambul la colocación de las quillas de los futuros buques de guerra para la Real Marina de Malasia, lo que marca el inicio de fabricación de estas naves del denominado proyecto LMS Batch-II del país asiático. Se trata de la primera vez que Turquía exporta corbetas a la región de Asia-Pacífico.
Proyecto Milgem
El gerente general adjunto de STM, Bülent Soydal, ha explicado que las nuevas corbetas se entregarán a finales de 2027. Se trata de un plazo rápido, teniendo en cuenta que la ceremonia de carta de aceptación (LoA) para el proyecto LMS Batch-II para la Marina Real de Malasia tuvo lugar el pasado 10 de junio.
Se trata de unos buques basados en el diseño de la clase Ada, desarrollada para la Armada turca dentro del denominado proyecto Milgem, desarrollado para modernizar la flota del país.