Las autoridades indias han aprobado la adquisición de 26 aviones de combate Rafale-M por 630.000 millones de rupias, lo que equivale al cambio a más de 6.450 millones de euros. La operación marca varios hitos históricos. Por parte del comprador supone la mayor adquisición de aviones de combate realizada por el país. Y desde el punto de vista del vendedor, la firma francesa Dassault Aviation, es la primera vez que suministra a un cliente extranjero la versión del caza francés Rafale preparada para operar desde portaaviones.
Con este acuerdo, que inicialmente se esperaba para finales del año pasado, se confirma la victoria del modelo francés sobre el avión estadounidense F-18E/F Super Hornet. Este aparato fabricado por Boeing también se contempló como candidato para fortalecer con un vector más capaz la actual flota de cazas MiG-29K de origen ruso con la que ahora opera el portaaviones indio INS Vikramaditya.
Está previsto que los primeros Rafale-M lleguen a la india dentro de aproximadamente cinco años. Se trata de 22 unidades monoplaza más cuatro biplaza, concebidos para tareas de entrenamiento. Esta versión fue concebida para su uso en la Marina Nacional francesa. La India, además, ya encargó previamente 36 unidades de la versión de despegue y aterrizaje convencional del Rafale.
La Armada india equipará con estos cazas su nuevo portaaviones INS Vikrant, de construcción local, ya que los MiG-29K con los que dota actualmente al portaaviones INS Vikramaditya, también construido por Rusia, no resultan suficientes y deben ser actualizados.
El portaaviones INS Vikrant, desde el que operarán los nuevos aviones embarcados, es un buque de construcción local que pasó una larga temporada en dique seco después de que fuese botado en agosto de 2013. El primer ministro indio, Narendra Modi, impulsó el programa de este barco con 3.180 millones de euros al llegar al poder en 2014. Se trata de una nave de 40.000 toneladas con una eslora de algo más de 260 metros y 60 de manga, y que es capaz de portar 36 aviones.
Tercer buque
La India también prepara un nuevo portaaviones indígena más grande, de 65.000 toneladas, que será conocido como INS Vishal. La previsión es que esta segunda unidad de fabricación local pueda entrar en servicio en la próxima década. Se tratará de una nave mucho más compleja, de la que se ha llegado a apuntar que podría incluso contar con propulsión nuclear y un sistema de lanzamiento de aviones por catapulta, lo que le permitiría operar con aeronaves de mayor capacidad.
La India tiene previsto incorporar en el futuro a sus portaaviones cazas de quinta generación de desarrollo local.