El consejero delegado de la compañía sueca Saab no quiere desaprovechar la oportunidad y ya ha está trabajando para tratar de vender sus cazas JAS 39 Gripen a Canadá y Portugal. Estos dos países han anunciado su intención de buscar alternativas a la compra de aviones de combate estadounidenses F-35. Micael Johansson ha confirmado que está manteniendo negociaciones con las autoridades canadienses sobre esta posibilidad, al igual que ya mantiene contactos con Portugal con el mismo objetivo.
Hace un mes trascendió que Canadá está considerando seriamente una alternativa a la flota de 88 F-35 que se había comprometido a adquirir, y de los que incluso ya ha comenzado a pagar por las 16 primeras unidades. El propio ministro de Defensa, Bill Blair, se encargó de apuntar la nueva estrategia de alejamiento del acuerdo con EEUU apenas unas horas después de ser reelegido en el cargo por parte del nuevo primer ministro Mark Carney.
Este movimiento se produjo poco después, además, de que el ministro de Defensa portugués, Nuno Melo, evidenciara en una entrevista la pérdida de interés de su país en los aviones F35 que mostró el año pasado, cuando se llegaron a dar detalles del plan de Lisboa para hacerse con el caza de la estadounidense Lockheed Martin.
Como consecuencia “del entorno geopolítico” actual, explicó Melo en un contexto de distanciamiento de Europa por parte de EEUU, Portugal se ha decidido por evaluar “mejores opciones”. Y entre ellas, el ministro luso centró el enfoque “sobre todo a nivel europeo, teniendo en cuenta también el rendimiento que podrían tener para nuestra economía”.
En este contexto, el CEO de Saab, Micael Johansson, ha revelado que ya mantienen conversaciones con Portugal para la posible venta de sus JAS 39 Gripen. “Estamos presentando lo que Saab puede ofrecer” a Portugal, ha explicado Johansson al medio financiero sueco Dagens Industri.
Las mismas capacidades que el usuario principal
En cuanto a Canadá, el Gripen ya fue candidato al programa que Ottawa lanzó en 2019 para dotarse de una nueva flota de aviones de combate para sustituir su flota de 88 F-18, y que tras distintas vicisitudes acabó llevándose el F-35. Pese a ello, Saab precisó que su oferta continuaba disponible por si cambiaban las circunstancias en el futuro, como ahora está ocurriendo principalmente tras el retorno de DonaldTrump a la Casa Blanca.
En este sentido, después de que el nuevo presidente estadounidense apuntase en la presentación del futuro avión de combate F-47 que podría venderlo a sus aliados, pero con menos capacidades “porque quizá algún día dejen de ser nuestros aliados”, Johansson ha asegurado que los clientes de exportación del Gripen reciben, en cambio, las mismas capacidades de alta gama que el operador principal sueco.