El compromiso turco de adquirir sistemas antiaéreos S-400, detallado por Infodefensa.com este verano, se ha consolidado definitivamente con el pago de un primer depósito a Rusia, el país fabricante. El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha confirmado la firma del acuerdo y “hasta donde yo sé”, ha añadido, “también se ha pagado un depósito”.
“El proceso continuará con la transferencia de un crédito desde Rusia a nosotros”, ha apuntado a un grupo de periodistas tras una visita oficial a Kazajistán, donde, entre otros, se ha reunido con los líderes de Irán, Hasan Rohani, y Venezuela, Nicolás Maduro. “Tanto el [presidente ruso Vladimir] Putin como yo estamos decididos en este asunto”, ha sentenciado Erdogan.
Con estas declaraciones el mandatario turco desmiente distintas informaciones publicadas en medios occidentales en las que se sugería que su país retrocedería en la compra de estos sistemas de misiles antibalísticos, ya que no pueden operar junto con los radares de la OTAN, informa el periódico local Hurriyet Daily News.
Ante las presiones de otros socios de la Alianza Atlántica, de las que informa este medio, Erdogan ha afirmado que ningún otro país tiene derecho a discutir “las decisiones soberanas e independientes de Turquía en relación a su defensa”.
“Nosotros tenemos la responsabilidad de tomar las medidas de seguridad para la defensa de nuestro país”, ha explicado. “Nos ahorraremos si nos enfrentamos a dificultades en la compra de sistemas de defensa”, ha concluido.
El presidente turco ha mostrado en otras ocasiones su preferencia por la producción conjunta de sistemas de defensa antiaérea, “pero llevamos años sin poder pactar algo similar con EEUU, por lo que buscaremos una solución por nuestra propia cuenta”, explicó hace unos meses. De este modo justifica el acuerdo alcanzado con Moscú, del que no entiende las críticas occidentales. “Grecia emplea los S-300 –versión anterior del mismo sistema de antimisiles – y a EEUU no le importa, “por qué le molesta nuestra cooperación con Rusia”.
El sistema de misiles antiaéreos S-400 Triumf, fabricado por Almaz-Antey, está en uso con el Ejército ruso desde 2007. Se trata de un desarrollo heredero del sistema antiaéreo de largo alcance S-300P, y ha sido concebido para repeler amenazas como aviones, helicópteros, drones y misiles, tanto de crucero como tácticos, y capaces de moverse a velocidades de hasta 4.800 metros por segundo.