Durante cinco días, el Gripen 4100, utilizado por el Gripen Flight Test Centre (GFTC) de Brasil, operó desde la Base Aérea de Anápolis, completando otra importante fase de pruebas.
Esta vez, el objetivo persigue garantizar que el caza sea capaz de realizar misiones con 32ºC de calor y a 1.100 metros sobre el nivel del mar con cargas adicionales.
Para ello, el avión fue equipado con dos tanques de combustible bajo el ala, cada uno con una capacidad de 1.100 litros, así como con dos misiles aire-aire guiados por infrarrojos Diehl IRIS-T de corto alcance y dos misiles MBDA Meteor de largo alcance.
Respecto a la práctica, el jefe de pruebas en vuelo de Saab, Jonas Petzén, indicó: "En total, realizamos 14 misiones de 35 minutos cada una, 62 aterrizajes y ocho repostajes en tierra con el motor en marcha para ganar eficiencia. Nuestro objetivo era crear un escenario en el que el avión estuviera muy cargado, en un entorno caluroso y elevado, aproximándose para el aterrizaje con un giro abierto y alineándose con la pista corta justo antes de aterrizar".
Los primeros vuelos se realizaron sin ninguna carga externa y, a partir de entonces, el peso del caza se fue incrementando gradualmente, colocando misiles aire-aire y rellenando poco a poco los depósitos externos. "Ya habíamos hecho pruebas en ambientes cálidos, secos y húmedos, en Anápolis y Belém, pero centrándonos en las pruebas ambientales para saber si el Gripen puede soportar el calor y la humedad extremos. Ahora, comprobamos la calidad del vuelo y la maniobrabilidad desde el punto de vista del piloto", añadió Petzén.
Se trata de una prueba práctica más de que el caza Gripen está preparado para operar en cualquier entorno y clima, ya sea en Suecia, Brasil o cualquier otro lugar del mundo.
Por su parte, el piloto de pruebas de Saab, André Brännström, señaló: "Provocamos al sistema de control de vuelo del Gripen realizando correcciones bruscas en la fase final antes del aterrizaje, confirmando las respuestas esperadas de la aeronave y cumpliendo los requisitos al respecto. De este modo, probamos el rendimiento del sistema de control de vuelo, el motor y el sistema de frenado con gran peso de aterrizaje en este entorno".
En la campaña participaron 22 personas, siete profesionales de Saab y 15 de Embraer, entre técnicos, ingenieros de instrumentos de vuelo, ingenieros de vuelo, pilotos de pruebas de vuelo y gestores de campaña.