Personal militar cualificado y técnicos civiles del Centro de Investigación de Accidentes Aeronáuticos (Cenipa) del Ministerio de Aeronáutica comenzaron a analizar las cajas negras (grabadoras de datos de vuelo y de voz) del avión Embraer190 (matrícula 4k-AZ65) que explotó al tocar tierra de emergencia el día de Navidad de 2024, en la ciudad de Aktau, Kazajstán (vuelo 8243).
El impacto de la aeronave con el suelo y la rotura del fuselaje en dos partes causaron la muerte de al menos 38 personas, entre ellas cinco miembros de la tripulación. Había 67 personas a bordo.
En realidad, la caja negra está pintada de naranja. Firma: FAB
El avión, de fabricación brasileña y operado por Azerbaijan Airlines, despegó de Bakú (Azerbaiyán) y se dirigía a la ciudad de Grozny (Rusia).
Según los informes de las agencias de noticias internacionales, el avión acabó desviándose de su ruta original hasta estrellarse en la orilla opuesta del mar Caspio, en Aktau.
Por la simple observación visual de los restos, existen pruebas fehacientes de que el avión fue alcanzado por las defensas antiaéreas rusas que intentaban derribar oleadas de aviones no tripulados ucranianos que atacaban Grozny.
Según el testimonio de los supervivientes, entre ellos miembros de la tripulación, el avión fue alcanzado no por uno, sino por tres misiles tierra-aire, que hirieron gravemente a algunos pasajeros y dañaron gravemente las superficies de control aerodinámico de la aeronave.
Para aumentar lo absurdo de la situación, se denegó al avión un aterrizaje de emergencia en aeropuertos cercanos bajo control de la Federación Rusa, recibiendo instrucciones desde tierra de cruzar el mar Caspio e intentar aterrizar en el aeropuerto de Aktau, lo que lamentablemente no ocurrió.
En el hemisferio sur, sólo Brasil y Australia disponen de laboratorios cualificados para leer los datos de estos equipos. Firma: FAB
Registradores de datos
Las cajas negras, que en realidad están pintadas de naranja, contienen grabaciones de datos y comunicaciones de voz durante el vuelo y se consideran fundamentales para identificar las causas del accidente.
La Fuerza Aérea Brasileña dijo en un comunicado que «la extracción, adquisición y validación de los datos contenidos en los registradores de vuelo se llevará a cabo en el menor tiempo posible».
Los trabajos se están llevando a cabo en el laboratorio de lectura y análisis de datos de los registradores de vuelo del Cenipa.
Un técnico del Cenipa trabaja en la extracción de datos de un registrador de datos de vuelo. Firma: FAB
Trabajo conjunto
La Fuerza Aérea Brasileña informó que el trabajo será acompañado por tres investigadores de Kazajstán, además de técnicos invitados por ese país, tres de Azerbaiyán y tres de Rusia.
La organización añadió que las conclusiones publicadas en el informe final de esta investigación aeronáutica son "de exclusiva responsabilidad de la Autoridad de Investigación kazaja".
Inauguración con la presencia de todos los países implicados en la investigación. Firma: FAB
Por eso, el trabajo se realiza en conjunto con el organismo que investiga los accidentes en ese país, vinculado al Ministerio de Transportes.
Esta semana, Cenipa también defendió que la investigación realizada por el organismo brasileño es una referencia internacional. "El uso de la tecnología de animación de realidad virtual en tres dimensiones (3D), con una visualización completa del vuelo, permite a los investigadores conocer con mayor precisión diversos parámetros como la trayectoria de la aeronave, la velocidad, la altitud, el funcionamiento de los sistemas y la operación de los controles de vuelo", explicó Aeronautica brasilena.
La tecnología de animación en realidad virtual tridimensional (3D) permite recrear con precisión todas las etapas del vuelo según los datos grabados. Firma: FAB