La Armada de Uruguay asegura que el buque científico ROU 22 Oyarvide "no presenta problemas de operatividad"

El buque científico ROU 22 Oyarvide se encuentra sin problemas de operatividad, y continúa con sus planes originales sin ningún tipo de inconvenientes. Así lo informaron fuentes oficiales de la Armada Nacional de Uruguay a Infodefensa.com.

En primera instancia, se destacó que, en un estudio realizado en el año 2021, el entonces comandante de la Flota, contraalmirante Otto Gossweiler, presentó al director general de Material Naval, contraalmirante Gustavo Musso (ambos ahora retirados), un resumen de las propuestas para la remotorización del ROU 22 Oyarvide, y la recomendación técnica del entonces capitán de navío Héctor Magliocca (ahora contraalmirante), que indicaba que no era conveniente para la Armada una remotorización; recomendaba adquirir otro buque. 

Según pudo saber Infodefensa, la recomendación se basaba en los altos costes de remotorización, sin incluir los gastos de instalación, que oscilaban entre cuatro y cinco millones de dólares según los presupuestos recibidos (uno de Lurssen y otro de ABB). Además, el buque llevaba en ese entonces más de diez años con un nivel de operatividad marginal y presentaba un alto nivel de averías que hacían imposible su navegación segura. 

Cabe recalcar que, aparte de los altos costes de remotorización, el resto de los sistemas presentes en el buque, con más de cinco décadas de antigüedad, también necesitaban de una importante inversión para retornar la embarcación a servicio activo. 

La compra del nuevo ROU 22 Oyarvide

Con esa información y recomendación técnica, la Armada comienza la búsqueda de un buque sustituto que recayó en el buque Mt. Mitchell, propiedad de la empresa Global Seas de Estados Unidos. Al precio de adquisición de 1.7 millones de dólares, se le sumarían otros dos millones en gastos de dique en Seattle, como así también el alistamiento de la nave y muelle de armamento, incluida la adquisición de un nuevo radar, una nueva lancha Zodiac y los costes del viaje hasta Montevideo.

Los sistemas a bordo del Mt. Mitchell son infinitamente más modernos y capaces de los que tenía el antiguo Oyarvide, además de que las características propias de la nave, originalmente diseñada como buque científico, permiten que sea configurado para diversas tareas, con amplias comodidades para la tripulación y un casco reforzado que le permite operar en aguas antárticas.

Una vez de vuelta en Uruguay, la Armada realiza tareas de mantenimiento correctivo previstas, que por un tema de costes, es más eficiente realizar en el país. Algunas áreas no habían estado operativas por mucho tiempo, mientras el buque estuvo en poder de Global Seas. 

De estas tareas, la Armada comentó a este periódico que se destaca el cambio de una serie de cañerías de los baños que no estaban en uso. En Seattle, el buque estaba operando con tripulación reducida hasta que fue adquirido por la Armada uruguaya, y ahora, al operar con tripulación completa, se detectó que estaban obstruidas. Estos cambios de cañerías se han ido realizando desde que el buque partió de Estados Unidos, sin mayores problemas.

De los tres generadores que posee el buque, dos principales y uno de emergencia, todos funcionan correctamente, con la salvedad de que uno de los principales presenta una pequeña vibración en su eje de la generatriz cuando está aproximadamente en las 1700 rotaciones; al llegar a su velocidad de operación de 1800 rotaciones, la vibración cesa. Se planea analizar la situación y corregir ese tema. 

Los dos motores principales, de General Motors.  están en perfecto orden operativo, recibiendo mantenimiento normal sin ningún tipo de problema. Se le hará una limpieza profunda a los enfriadores de los motores, que habían visto reducida su operatividad normal debido al lodo presente en el puerto de Montevideo. Esta situación provocó un ligero aumento en la temperatura de los motores, pero es algo que se soluciona con la limpieza del sistema de enfriamiento. 

Con respecto a los cambios de chapa, fueron de menos de un metro cuadrado y se refirieron a la corrección de un problema de corrosión que se origina desde adentro hacia afuera, donde una pequeña filtración de agua durante el tiempo que estuvo sin navegar en Estados Unidos, hizo que se acumulara agua en un pañol de pintura en la banda de estribor. Se solucionó cambiando la chapa, sin mayores inconvenientes.