¿Europa sigue sin entender a Trump?

Desde hace unos dos años, en distintos foros, de defensa y geopolítica, nacionales e internacionales, he podido hacer algunas reflexiones y preguntas cuando se cuestionaba por algunos expertos la posibilidad de que Donald Trump pudiera ganar las pasadas elecciones en EEUU. Exponía que no se le estaba entendiendo ni a él, ni a buena parte del electorado norteamericano. Por distintas personas en esos paneles se cuestionaba y se daba a entender que las mujeres no podrían votar a un hombre así. Ya comenté que se olvidaban de que las mujeres son la mitad de todos los votantes.

Igualmente, vengo diciendo, y escribiendo, desde hace muchos años que desde la perspectiva de Pekín o Washington a los países europeos se nos ve pequeños. Que si queremos ser tenidos en cuenta en las grandes decisiones de política internacional nos tenemos que presentar con una única voz. Es de risa ver nuevamente estos días que van a Washington Emmanuel Macron, por un lado, y el primer ministro del Reino Unido Keir Stamer, por otro. Supuestamente para decir lo mismo. Por no hablar de que los líderes de otros países europeos tienen opiniones distintas. Además de que algunos han tenido actitudes y opiniones divergentes con el paso del tiempo.

Que el gasto en defensa de los países europeos tiene que aumentar es una reivindicación de EEUU desde hace décadas. Lo han ido diciendo y pidiendo los distintos presidentes norteamericanos. En anteriores artículos ya hablé de que también lo opina el ciudadano medio de ese gran país. Lo mismo que expuse que es algo que reivindicaba igualmente el presidente Barack Obama que insistía en que todos los países europeos debían gastar al menos el 2% del PIB. Pues bien, resulta que muchos países europeos han seguido ignorando el asunto hasta el punto de que se están incumpliendo los acuerdos alcanzados hace ya más de 10 años para ir incrementándolo hasta llegar al menos al 2%. Entre ellos, el nuestro.

Tras la Primera Guerra Mundial, Estados Unidos pasó a ignorar en buena medida a Europa. Los norteamericanos en su conjunto no querían saber nada de lo que luego fue la Segunda Guerra Mundial. Esencialmente, y simplificando, fue una decisión del presidente Franklin D. Roosevelt (FDR), el ir tomando medidas que posicionaban a su país. Entre otras dio toda la ayuda que podía al Reino Unido pues consideraba que era necesario hacerlo. Lo que motivó la entrada de EEUU en esa guerra fue el ataque de Japón a Pearl Harbor, lo que provocó que el Congreso de Estados Unidos le declarara la guerra en respuesta. La guerra con Alemania fue, formalmente, debido a que Hitler la declaró inmediatamente después a EEUU.

Volviendo a Trump. Veamos el esquema mental en el que opera, atendiendo a su biografía. Conservo un libro de hace más de 25 años en el que expone, primer párrafo, que para él negociar es un arte. Su estilo de hacer arte. Igual que para otras personas es pintar o esculpir. Que no necesitaba más dinero, que ya tenía todo el que jamás pudiera necesitar; que lo hace por diversión. Ahora, y desde antes de ganar su primer mandato presidencial, viene diciendo que quiere hacer América Grande de nuevo. Pues parece que está en ambas cosas. Negociar y hacer grande a EEUU.

¿Que Europa no quiere gastar más dinero en defensa? Pues vale, ahí os quedáis. El mensaje es claro. EEUU no permitirá que parásitos -término que lleva usándose desde hace décadas- se defiendan a costa suya, y que los países europeos se sigan aprovechando de no pagar equitativamente por su defensa en términos económicos y de soldados y tropas. Los norteamericanos no piden que los países europeos gasten en términos cuantitativos lo mismo que ellos. Piden que hagan un esfuerzo similar.

La realidad es que Estados Unidos tiene una deuda enorme en términos cuantitativos y respecto al porcentaje del PIB. Trump es empresario y considera que su nación es como una gigantesca empresa. Y que esa casa va muy mal lo viene diciendo. Quiere reducir la deuda.

De ahí, las grandes reducciones del gasto que quiere hacer. No solamente en ayudas al exterior (recuerden que EEUU es con mucha diferencia el país que más ayuda da), también en el gasto interno, y en el de defensa. Sus preocupaciones, y en lo que está centrado, son los temas comerciales, sobre todo China. Si consigue que Europa gaste más en defensa, en parte, puede también conseguir que el Pentágono gaste menos.

Una última reflexión. Si tu potencial enemigo te ve fuerte, muy fuerte, más que él mismo, lo probable es que no te ataque. Eso se llama disuasión. Es el gasto en defensa para evitar tentaciones expansionistas de otros y para preservar tu libertad, soberanía, e independencia. Personalmente no tengo duda de que Europa puede contar, y podrá contar, con EEUU si primero se ayuda a sí misma. Esto ha sido una bofetada para que los europeos se despierten del sueño en el que han estado viviendo.