El Ejército de Tierra encarga repuestos de carros Leopard a SDLE y Cohemo por 30 millones
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El Ejército de Tierra encarga repuestos de carros Leopard a SDLE y Cohemo por 30 millones

Las compañías suministraran componentes de la barcaza y la torre los tres próximos años
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El Ejército de Tierra ha adjudicado el suministro de repuestos de la familia de carros de combate Leopard a una unión temporal de empresas formada por las españolas Cohemo y SDLE, dos de los principales proveedores de componentes, equipos y sistemas para los vehículos de las Fuerzas Armadas

El acuerdo marco, con presupuesto de 30 millones de euros, forma parte de los planes del Ejército de Tierra para mejorar la operatividad de su flota de carros de combate los tres próximos años, el punto de partida de cara a una futura modernización a medio plazo. 

En los últimos años, el Ejército de Tierra no había hecho inversiones de este calibre en la adquisición de componentes. Las dos empresas entregarán repuestos de barcaza y de torre tanto de los Leopard 2A4, como de los Leopard 2E más modernos, incluida la versión de recuperación 2ER

El contrato ha sido adjudicado a la UTE Cohemo-SDLE casi un año después del inicio del proceso de licitación, en noviembre de 2023. Todavía queda un paso, la formalización, que debería producirse en los próximos quince días, si no hay recursos. Al concurso concurrieron la citada unión temporal de empresas, junto con otras cuatro compañías: ITE, JPG, Madzeal y Suyfa. Todas especializadas en el suministro de repuestos de vehículos. Al final, Cohemo y SDLE presentaron la oferta más ventajosa, según el anuncio de adjudicación.  

Como decíamos, este pedido se enmarca dentro de las actuaciones para sacar el máximo rendimiento a los carros de combate españoles que incluyen otros dos contratos de entidad. Por un lado, el acuerdo marco con Santa Bárbara Sistemas valorado en 126 millones de euros que contempla trabajos de mantenimiento y reparación, y también prevé mejoras en las plataformas. Y, por otro, un contrato con Cohemo para el suministro de repuestos rotables de la familia Leopard por 13 millones de euros. Las inversiones previstas solo en la puesta a punto en estos carros, por tanto, superan los 160 millones de euros.

Programa de modernización

El Ejército de Tierra además está preparando una actualización profunda de su flota de carros de combate en el marco del proyecto Fuerza 35. Como ya publicó infodefensa.com, entre los equipos que se barajan para modernizar los carros están una estación de armas remota o sistemas de protección activa (APS). Según ha podido saber este diario, en ambos casos, la industria nacional ya ha hecho propuestas. También está sobre la mesa como posibles opciones la sustitución del cañón de 120 mm por otro más moderno, la incorporación de blindaje adicional para reforzar la protección, junto con un alertador láser, y la mejora de la conciencia situacional, siguiendo el camino ya iniciado en otros programas de vehículos. 

A nivel empresarial, la industria española estará previsiblemente al frente de los trabajos. No hay que olvidar que la mayor parte de Leopardo 2E adquiridos por el Ejército de Tierra fueron ensamblados por GDELS-Santa Bárbara Sistemas en España, a través de un acuerdo con la alemana Krauss-Maffei Wegmann (KMW), por lo que las empresas españolas conocen bien el material. De hecho, en el suministro de equipos también participaron otras compañías españolas como IndraSapaTecnobit o Amper

Según ha podido saber Infodefensa.com, el programa podría echar a andar este mismo año, siempre y cuando el escenario presupuestario sea favorable. La modernización de los carros Leopardo se enmarca dentro de un proyecto más amplio, la Fuerza 35, que busca dar un salto tecnológico para hacer frente a los desafíos que presentan los nuevos escenarios.

La actualización de los Leopardo 2E es una de las principales prioridades en el corto plazo, junto con la renovación de los sistemas de comunicaciones, después del lanzamiento en 2023 de programas muy esperados como el lanzamiento Silam o el misil contracarro Spike LR2.

Con la guerra de Ucrania, el papel de carro de combate ha pasado de estar en entredicho a ser nuevamente una pieza clave en el arsenal militar. Los ejércitos europeos, incluido el español, han desempolvado sus planes para la modernización de sus flotas de carros de combate y la industria ya trabaja en nuevas versiones. Por ejemplo, la alemana Rheinmetall, fabricante del Leopard, ha lanzado el desarrollo del FK51 Panther. Mientras, cuatro países, Alemania, España, Italia y Suecia, buscan el diseño del sucesor del Leopard.

Flota española de Leopard

La Fuerza Terrestre opera 239 carros Leopardo de la versión 2E repartidos por las brigadas mecanizadas Extremadura (Bótoa, Badajoz), Guadarrama (El Goloso, Madrid), Guzmán el Bueno (Cerro Muriano, Córdoba) y Aragón (Zaragoza). Del total, 219, son carros de línea; 16 de recuperación y cuatro carros escuela.

Un pequeño grupo de Leopardo 2E está desplegado fuera de España. Desde 2019, el Ejército de Tierra tiene media docena de estos carros en la misión Presencia Avanzada Reforzada de la OTAN en Letonia. En concreto, en la base de Adazi donde se encuentra el grueso del contingente español desplegado en esta operación.

España cuenta además con unos 80 carros de combate Leopard 2A4, después de la donación de una treintena a Ucrania. De estos, alrededor de 25 están almacenados en el cuartel del Ejército de Tierra en Casetas, un barrio de Zaragoza, de donde han salido los carros para Ucrania. En torno a 40 se encuentran desplegados en las comandancias de Ceuta y Melilla y alrededor de una docena forman parte de la conocida como Unidad Enemiga del campo de maniobras de San Gregorio. Estos últimos se utilizan principalmente como fuerza de oposición en los ejercicios.





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