Turquía reduce su interés por el F-16 y aumenta el del Eurofighter

Ankara no va a hacer efectiva al completo la compra que tenía prevista de un paquete de 40 aviones de combate F-16 junto a la modernización de otros 79 con los que ya cuenta. La Agencia de Cooperación para la Seguridad de la Defensa (DSCA) de EEUU estimó en 23.000 millones esta operación a la que abrió el camino a principios de año, y que finalmente ya no va a incluir la actualización de tantos aparatos.

Al mismo tiempo, el país negocia la obtención de un acuerdo de compensación para producir en su suelo algunas partes de aviones de combate. La agencia de información financiera estadounidense Bloomberg, informa de que el interés de Turquía está derivando hacia el avión de combate Eurofighter, a pesar obtener luz verde para los ansiados F-16, de los que lleva detrás desde hace años, tratando de superar los obstáculos que le ha ido imponiendo Washingto.

Los Eurofighter, desarrollados por Alemania, Reino Unido, España e Italia, también se les han resistido, a cuenta de las pegas que Berlín ha ido poniendo a esta posible transacción por diferencias con el país respecto a sus críticas a Israel, su relación con Moscú y las operaciones militares que realiza contra las fuerzas kurdas en Siria. De ahí que el propio presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha apelado ahora al canciller alemán, Olaf Scholz, para que autorice la operación.

Turquía reveló en 2022 su intención de adquirir el caza europeo como alternativa a los F-16 que Estados Unidos no le estaba suministrando. Finalmente, Washington levantó el veto una vez que Ankara se mostró favorable a la entrada de Suecia a la OTAN.

Menos kits de actualización

Las fuerzas turcas ya cuentan en la actualidad con 270 F-16 C/D en servicio, con los que conforma el pilar de su aviación militar. Tras el malogrado acuerdo de adquisición de cazas F-35, que Estados Unidos vetó en el último momento como respuesta a la compra de sistemas de misiles rusos S-400 por parte de Turquía, Ankara ha tratado de reforzar su flota con la compra de otros 40 F-16 y los casi 80 kits de modernización para otros tantos cazas de este modelo sobre los que finalmente ha perdido interés. En concreto, ya no tiene previsto comprar tantos de estos kits de actualización ni todo el armamento que había contemplado para equipar las aeronaves estadounidenses. Sus planes se enfocan ahora hacia la superación de las trabas que pueden impedirle hacerse con el Eurofighter. La adquisición del avión europeo también le abre la puerta a la obtención de unos conocimientos tecnológicos que le pueden servir en el desarrollo de su propio avión de combate TF-X de próxima generación en el que ahora está trabajando Turquía.

40 aparatos europeos

Erdogan ha revelado que tras la cumbre de la OTAN en Washington de la semana pasada pudo hablar de estos asuntos con Scholz, con el que también debatió sobre la compra de motores para sus buques de guerra y de turbinas de la compañía Siemes para la central nuclear de Akkuyu, que le está construyendo Rusia, la primera de Turquía.

El portal The Eurasian Times destaca que el interés turco por adquirir 40 aviones de combate europeos, para lo que ya ha estado negociando con España y Reino Unido es responder a la compra que por su parte ha hecho Grecia de aviones franceses Rafale, y la que tiene previsto cerrar de cazas F-35 estadounidenses. Ankara y Atenas mantienen desde hace décadas disputas territoriales. El Eurofighter que quiere Turquía es un aparato desarrollado por las compañías Airbus (Alemania, Francia y España), BAE Systems (Reino Unido) y Leonardo (Italia).