El Ministerio de Defensa ha recibido el visto bueno del Gobierno a un acuerdo marco para una nueva modernización de los cazas Northrop F-5B en servicio en el Ala 23 (Talavera la Real) del Ejército del Aire y del Espacio en misiones de adiestramiento de pilotos de caza. El contrato tiene un valor estimado de 40 millones de euros.
El departamento que dirige Margarita Robles explica que esta inversión permitirá "una nueva modernización o cura de obsolescencia" de la flota compuesta por 19 cazas F-5B (AE9 en la denominación del Ejército del Aire.
Defensa recuerda que "la aviónica de estos aparatos que fue reemplazada en los años 2000", sin embargo, apunta que "como consecuencia del paso del tiempo" los distintos subsistemas deben ser sometidos a otra actualización "para permitir al Ejército del Aire y del Espacio mantener la necesaria capacidad de formar a sus pilotos de caza hasta que se produzca la baja de servicio y sustitución de la flota de estos aparatos, prevista para el año 2030".
El acuerdo marco comprende, detalla el ministerio, la realización de los servicios y la adquisición de los suministros necesarios para proceder a dicha modernización comprendiendo el análisis, el diseño, el prototipado, las pruebas y apoyo a pruebas, el apoyo en la certificación aeronáutica, la fabricación, obtención o modificación de equipos de serie, su montaje y el mantenimiento y apoyo de ingeniería de los diversos subsistemas que componen el sistema de aviónica.
La secretaria de Estado de Defensa, Amparo Valcarce, anunció en marzo de este año en el Senado un contrato para extender la vida de estos cazas. Entonces, habló de una inversión de 25 millones y de un plan para extender la vida hasta 2028.
El acuerdo marco anunciado ahora por el Ministerio de Defensa está presupuestado en 40 millones, una cifra superior pero que hace referencia al valor total -con modificaciones y prórrogas- y, por lo tanto, podría no ejecutarse íntegramente. Respecto a las fechas, el departamento hace referencia a la retirada en 2030, dos años después de lo apuntado por la secretaria de Estado de Defensa.
El Ejército del Aire y del Espacio tiene en servicio en la actualidad una flota de 19 F-5M en el Ala 23 de Talavera la Real, operativa desde hace más de 50 años. Estos aviones fueron sometidos a un proceso de modernización a principios de este siglo para ampliar su vida. Dos décadas después, su reemplazo es una de las prioridades, como ha insistido en distintas ocasiones el Jefe del Estado Mayor del Aire, general del aire Javier Salto.
Sustituto en 2028
Valcarce apuntó en la Cámara Alta que el ministerio trabaja para tener un sustituto a los F-5 en 2028. “La necesidad de sustituir el F-5 está priorizada en el marco del proceso de planeamiento militar y de elaboración y revisión del Objetivo de Capacidades Militares”, detalló.
En 2024, subrayó, el programa para la adquisición de un nuevo avión “ya estará maduro”, lo que garantizará, continuó, que “en 2028 estarán en el país los nuevos aviones para la formación de nuestros pilotos de caza y ataque”. Como recordó la Sedef, la formación en España de pilotos de caza y ataque está considerada “una capacidad estratégica para el Ejército del Aire y del Espacio.
Defensa todavía no ha dado pistas sobre el posible avión que podría sustituir a los F-5. Entre las opciones que existen en el mercado se encuentra el reactor M-346 de la italiana Leonardo o el T-50 de la coreana KAI. También se ha especulado con la opción de pasar al PC-21, un turbohélice ya en servicio en el Ejército del Aire y del Espacio, que fuerzas aéreas vecinas como la francesa utilizan para formar a sus pilotos de caza.
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