La Dirección Antinarcóticos de la Policía Nacional de Colombia (PNC) ultima la entrada en servicio de su nuevo avión del tipo Embraer ERJ-135BJ Legacy 600 (matrícula PNC-0276), adquirido el año pasado. Esta aeronave comprada por 12 millones de dólares, representa un hito en la aviación policial colombiana, dada las capacidades operacionales que le brinda a la institución, dentro del proceso de modernización de su flota una flota -de ala fija- obsoleta y en extremo costosa de mantener desde el punto de vista logístico.
La suma pagada por el nuevo Legacy corresponden a los del mercado actual, que experimentó un notable incremento -cercano al 30%- en los precios (postpandemia) de este tipo de aviones en comparación a 2019. Esto responde a la alta demanda por vuelos charter o ejecutivos que ha redundado en una acumulación de pedidos en fábricas por nuevos aviones y a un aumento también en el mercado de segunda.
Cuestionamientos por valores pagados
En razón a los valores pagados por el nuevo PNC-0276 han surgido, en los últimos días, cuestionamientos por parte de órganos de control colombiano. Sin embargo, es importante recordar que esta aeronave es operada bajo los lineamientos de la Organización de la Aviación Civil Internacional (OACI), organización que exige certificaciones de entrenamiento semestrales, así como el estricto cumplimiento de los ciclos de mantenimiento, de registros técnicos, lo que posibilita el aseguramiento de las naves.
De hecho, el proceso de compra por parte de la PNC incluyó, primero, la visita de una comisión técnica que inspeccionó la aeronave (durante siete días a costas del vendedor) y la capacitación de la tripulación en los Estados Unidos, durante un mes (a costas del vendedor), obteniéndose las certificaciones correspondientes para pilotos y técnicos, así como los manuales actualizados de la aeronave, lo que supone que no será necesario realizar una inspección mayor de la unidad por lo menos durante los próximos 36 meses. Además, se garantiza la vida útil de los componentes por 12 meses a partir de su entrada en operación.
Todo el paquete -y servicios- logístico asociado supone entonces ahorros para la Policía aproximados a los dos millones de dólares, justo en momentos en que otras entidades gubernamentales colombianas son fuertemente cuestionadas por la contratación de servicios de vuelos charter anuales por valores superiores a los 200.000 dólares, lo que demuestra la nula justificación de los cuestionamientos que se han hecho sobre el proceso de compra de la nueva aeronave policial.
Modernización de una flota obsoleta
La incorporación del Legacy, así como de dos ATR-42 (el próximo para abril de los corrientes), forma parte de sendos proyectos de modernización del inventario de aeronaves –particularmente de ala fija- de la Policía, ya en gran medida obsoleta y costosa desde el punto de vista de los mantenimientos para su sostenimiento operativo. Esto debido a que en la actualidad se emplean 147 plataformas aéreas de 11 diferentes fabricantes y distribuidas en 20 líneas distintas, lo que hace particularmente elevados los rubros de huella logística que destina esta institución para ello.
El fortalecimiento de las capacidades operacionales de la Aviación Policial significará a su vez un aumento en las posibilidades de repuesta efectiva ante situaciones que afecten la seguridad o el orden público, contando además con los recursos para la atención de emergencias naturales, protección de recursos ambientales, combate efectivo a los delitos asociados a la minería ilegal y por supuesto un mayor apoyo logístico a nivel nacional.
Con este proyecto se busca también aumentar la "oportunidad de inmediatez" del servicio policial, reduciendo además la huella logística por la eliminación de líneas de aeronaves y aumentando las capacidades de mantenimiento y soporte técnico a la Aviación Policial.