El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, graduó a 1.450 nuevos militares para reforzar su Plan Control Territorial en medio de un régimen de excepción que ha suspendido por un mes algunas garantías constitucionales, después de que se produjera, hace casi tres semanas, un repunte de homicidios por parte de las pandillas criminales.
Con esta incorporación se superarán los 17.000 miembros de la Fuerza Armada de El Salvador (FAES), en momentos en los que el país mantiene una guerra contra las pandillas. "Este día estamos graduando a 1.450 nuevos soldados que serán vitales para la guerra contra las pandillas", dijo Bukele.
De acuerdo con datos de la Presidencia, hasta inicios de febrero pasado sumaban más de 16.000 militares "apoyando directamente el Plan Control Territorial".
Bukele señaló que los nuevos soldados trabajarán directamente en el Plan Control Territorial y en la guerra contra las pandillas. "Vamos a continuar incrementando la Fuerza Armada y vienen nuevas graduaciones", aseguró Bukele y recordó que su plan es llevar el número de elementos del Ejército a más 40.000.
El Salvador cumple casi tres semanas bajo régimen de excepción tras una escalada de asesinatos que se cobró la vida de más de 80 personas, en menos de 48 horas. El Congreso suspendió, a petición del Ejecutivo, varios derechos constitucionales, entre ellos el de defensa e inviolabilidad de las telecomunicaciones.