El Institución Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA) ha adjudicado a Airbus un contrato con un presupuesto de 27 millones de euros para la compra de un avión C295 en la configuración de transporte, que actuará como Plataforma Aérea de Investigación (PAI) en el órgano dependiente del Ministerio de Defensa.
El suministro de la aeronave básica -de nueva fabricación- se producirá antes de mayo de este año, según los plazos acordados entre el fabricante y el INTA. Las modificaciones necesarias para convertir el avión en una plataforma aérea de investigación se producirán a lo largo del próximo año, hasta abril de 2023. Por último, los ensayos en tierra se extenderán hasta finales de junio de 2023, fecha en la que está prevista la entrega final de la aeronave al instituto.
El contrato contempla, además del avión, un paquete de soporte logístico (ILS) que incluye un año de garantía, documentación y manual de operación y mantenimiento, cursos de formación para pilotos y técnicos de mantenimiento, listados de recambios para la operación del avión y la disposición de repuestos.
El acuerdo no incluye futuras actualizaciones que pudiera haber de la aviónica del avión o de cualquier otro sistema o equipo del mismo. El presupuesto del contrato está dividido en tres partes o hitos: suministro de la aeronave (13,5 millones), modificaciones (8,5 millones) y ensayos en tierra (5 millones).
Este proyecto para la adquisición de un nueva PAI está financiado al 100% por el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), si bien al menos un 80% del importe correrá con cargo a los fondos Feder del Programa Operativo Plurirregional de España (POPE) 2014-2020. El pasado mes de octubre, los ministerios de Defensa y Ciencia firmaron el convenio para su puesta en marcha y en diciembre el Gobierno aprobó el presupuesto en el Consejo de Ministros.
La plataforma aérea de investigación será, según Defensa, en “una aeronave convenientemente adaptada e instrumentalizada para su uso en diversas áreas científico-tecnológicas, entre otras: realización de ensayos en vuelo de equipos y sistemas aeronáuticos; investigación atmosférica, la toma de datos de teledetección; pruebas para el desarrollo, adiestramiento y formación de tripulaciones tanto de vuelo como científicas y calificación de nueva instrumentación científica”.
El INTA dispone en estos momentos de tres plataformas dedicadas a la investigación: dos C212-200, adquiridos en 1994 y operados por el Ejército del Aire, y un motovelero Stemme S15. Uno de los principales motivos para la adquisición de la nueva aeronave de investigación es la obsolescencia que presentan precisamente los C212.
Misiones y características principales
El nuevo avión será utilizado en diferentes áreas: ensayos de vuelo, investigación atmosférica, teledetección con sensores aéreos, desarrollo de nuevas tecnologías o asistencia técnica. Entre las características, tendrá soportes en las alas para el acople de sensores y sondas, sistema de instrumentación de prueba de vuelo (FTI), sistema de comunicaciones interno, asientos, aseo y sistema de oxígeno, según el pliego de prescripciones técnicas.
La aeronave además estará equipada con dispositivos necesarios en hélices, motores, tomas de aire, ala, estabilizadores, fuselaje, parabrisas, tubos pitot y sensor de ángulo de ataque para volar con seguridad en condiciones de lluvia, hielo, nieve y en tormentas eléctricas. También tendrá que estar diseñada y certificada para posibles impactos de rayo.
La cabina científica, con capacidad para al menos doce operadores, dispondrá de rieles longitudinales en el suelo, distribuidos de forma que permitan variar la posición de los asientos y los racks de acuerdo a las necesidades de la campaña de ensayos. Asimismo, contará con dos rieles de carga longitudinales en los laterales (uno a cada lado) y de puntos duros en el suelo para sujeción de cargas.