El Ministerio de Defensa apoyará un interesante proyecto de la industria de defensa española para el desarrollo de un sistema de defensa antiaérea de baja y muy baja cota con un alcance de hasta dos kilómetros, instalado sobre un vehículo de alta movilidad del tipo 6x6.
El proyecto, bajo las siglas (Daa-Baco), fue seleccionado a principios de este año en el programa Coincidente de la Dirección General de Armamento y Material (DGAM). Este órgano ofrece ahora detalles de las características del sistema en la licitación recién publicada. El desarrollo de este sistema correrá a cargo de un consorcio industrial español liderado por Escribano Mechanical & Engineering, con la participación de otras dos empresas, Instalaza e Indra Sistemas.
El Ministerio de Defensa pondrá para empezar casi un millón de euros -950.000 euros-. El objetivo en un primera fase es el diseño de un demostrador tecnológico -de nivel TRL5- junto con pruebas en un entorno operativo simulado. Por lo tanto, los trabajos se centrarán en actividades principalmente de ingeniería, dejando para futuras fases el desarrollo y fabricación de un prototipo preserie. El proyecto tendrá una duración de tres años, hasta octubre de 2027.
El pliego de la licitación resume el proyecto con la siguiente frase. "La finalidad es el desarrollo de un demostrador tecnológico de nivel TRL5, como prueba de concepto de un sistema de defensa aérea de baja y muy baja cota, hasta dos kilómetros, que combine sensores de detección y seguimiento, sistema de mando y control, múltiples efectores y control de fuego. Todo ello, sobre una plataforma de alta movilidad, tipo 6x6, que confiera al sistema la movilidad idónea para el acompañamiento y protección de las Fuerzas en maniobra".
Las principales actividades de ingeniería en esta primera etapa serán las siguientes: desarrollo de un kit de guiado láser semiactivo (SALK) con sensor de proximidad para cohetes de 70 mm (CAT70); integración de sensores y efectores en un sistema de mando y control contra UAS; desarrollo de un lanzador de cohetes sobre plataforma con movimiento eléctrico, movimiento en dos ejes y alveolos para cohetes; estudio de munición de carga sólida de alto impacto expansivo para neutralizar RPG (granadas propulsada por cohete); estudio de industrialización de diseño del guiado SALK e integración y pruebas en una plataforma móvil 6x6.
El sistema constará de cinco elementos principales: sensores -radar táctico y bloque electroóptico- sobre mástil telescópico-; mando y control; sistema de control de fuego; efectores multicapa; y plataforma terrestre 6x6 para integrar y probar los subsistemas.
Respecto a los efectores, incluye inhibidor de frecuencias para interferir las comunicaciones de drones hasta 1,5 kilómetros de distancia; lanzador de cohetes de 70 mm con guiado SALK y sensor de proximidad, con alcance efectivo de dos kilómetros; estación de armas remota con lanzagranadas automático de munición programable explosiva (ABM) de 40 mm con un kilómetro de distancia efectiva; y sistema de protección activa anti RPG con contramedidas de proximidad (10-15 m).
Micromisil contra drones
El Ministerio de Defensa financiará, también dentro del programa Coincidente de 2023, otro proyecto liderado por Instalaza para el desarrollo de un demostrador tecnológico de un micromisil superficie-aire contra drones y munición merodeadora, como recogió Infodefensa.com.