La competencia directa que mantienen los aviones de combate europeos Rafale (desarrollado por la francesa Dassault Aviation) y Eurofighter (propiedad de un consorcio formado por Airbus, BAE Systems y Leonardo) la va ganando uno u otro contendiente según dónde se mire. En el éxito de exportación el vencedor es, sin duda, el Rafale, que ya suma 323 aparatos vendidos en el mercado internacional, frente a 151 Eurofighter. Sin embargo, en el cómputo global de encargos, es este último el que se lleva la corona de laurel, con 749 unidades comprometidas, frente a las 548 del aparato de Dassault.
En este punto hay que tener en cuenta que el Eurofighter cuenta con cuatro socios (Alemania, Reino Unido, Italia y España), frente al desarrollador único del Rafale que es Francia, por lo que resulta natural que los pedidos internos sean mucho mayores en el caza coproducido por varios países.
Las expectativas de ventas en el exterior del Eurofighter no son malas, atendiendo al interés de Arabia Saudí en adquirir otras 48 unidades de un avión que ya opera en su fuerza aérea, y al de Turquía, igualmente dispuesta a comprar 40 unidades. En ambos casos, el veto impuesto por Alemania, alegando principalmente violaciones de derechos humanos de estos países, ha estado impidiendo hasta hace poco ambas operaciones. Trabas de este tipo, en cambio, no tienen lugar para el reactor francés, lo que explica parte de su éxito internacional y sus buenas expectativas.
Las futuras ventas del Rafale apuntan en gran medida a Asia. Allí se está negociando con Indonesia la venta de otros 58 aviones más (ya lleva encargados 42), de modo que llegue a las cien unidades en total. Esa es la cifra que se ha marcado Dassault Aviation para permitir que la empresa local PT Dirgantara Indonesia (PTDI) fabrique al menos parte de los aparatos en el país, e incluso algunas unidades completas.
La India también es otro de los clientes del Rafale que ultima la compra de nuevas unidades, en este caso de la versión configurada para su uso en portaaviones, Rafale-M. Los 36 aparatos de esta variante que quiere Nueva Delhi serán los primeros de este tipo que vende Francia a otro país.
260 unidades por entregar
Irak planea adquirir por su parte 12 aparatos; mientras que Bangladesh también está negociando con París la adquisición de entre 8 y 12 Rafale, para lo que el presidente francés, Emmanuel Macron, ha tratado de contribuir en una reciente visita al país. Su competidor allí es de nuevo el Eurofighter Typhoon.
El portal especializado en francés Metadefense recoge que el caza de Dassault se encuentra ahora mismo inmerso en doce concursos y consultas a nivel mundial, al tiempo que tiene pendiente la entrega de 260 aviones.
90.000 millones
En cuanto al Eurofighter, ya se han entregado algo más de 600 unidades, por lo que le quedan por fabricar por encima de 140 aviones adicionales con los que cubrir sus actuales compromisos, que le llevarán a alcanzar las 749 unidades suministradas a nueve países en total. Se trata de sus cuatro socios más Arabia Saudí, con 72 unidades (sin contar la posible venta de 48 más ya citada); Austria, con 15; Catar, 24; Kuwait, 28, y Omán, 12. La suma incluye 25 aviones del programa español Halcón II, otros 20 anunciados el pasado junio por Alemania, y 24 que poco después trascendió que también va a adquirir Italia.
Un informe publicado la pasada primavera por la consultora Strategy& estima que el Eurofighter contribuirá con 90.000 millones de euros al PIB europeo desde este año y hasta 2033. Al tiempo, le estima unas ventas adicionales por encima de los 200 aparatos para los próximos años.
Ambos contendientes encaran el futuro con optimismo, en un marco de interés creciente por las adquisiciones militares, impulsado por los conflictos de Ucrania y Oriente Medio, y las tensiones en Extremo Oriente con China en el foco, principalmente.