La Armada ha cerrado la compra de minas y baterías de torpedos de ejercicio de cara a las próximas pruebas de armamento del submarino S-81 Isaac Peral, el primero de los cuatro que Navantia construye en su astillero de Cartagena.
Por un lado, la Jefatura de Apoyo Logístico (JAL) ha adquirido un lote de minas de fondo multi influencia a la empresa española SAES por 1,3 millones de euros. La licitación, que no especifica las unidades compradas, fija un plazo de dos meses para la entrega. Las nuevas minas, con los últimos avances tecnológicos, están diseñadas por su empleo desde los nuevos tubos lanzatorpedos de los submarinos S-80, algo que no es posible con las anteriores, empleadas en los S-70. Este pedido se enmarca dentro del acuerdo marco suscrito por la Armada y SAES a finales de 2023.
El mismo órgano de contratación ha adjudicado recientemente a AEG Power Solutions Ibérica el suministro de 1.104 elementos para baterías de los torpedos de ejercicio DM2A4 de los submarinos S-80 por 1,2 millones de euros. Estos elementos corresponden a seis baterías de ejercicio. En este caso, la licitación indica que el material llegará a lo largo de la primera mitad de 2025.
Los torpedos de los submarinos S-80 de la Armada requieren una serie de baterías para su correcto funcionamiento. La variante de ejercicio es utilizada para el adiestramiento de las dotaciones y posee capacidad de registro para realizar una evaluación y análisis posteriores al lanzamiento. Está diseñado para que pueda flotar, con el fin de ser recuperable.
La conversión de un torpedo de combate a uno de ejercicio y viceversa es sencilla y rápida, realizándose en el taller de torpedos de la propia Armada. Consiste en sustituir la sección de combate por la de ejercicio y la batería primaria por la batería de ejercicio.
Estas adquisiciones coinciden con la decisión de cancelar el proceso de compra del misil sub-Harpoon para los submarino S-80 y el inicio del estudio para la integración del NSM, como adelantó Infodefensa.com.
La Armada recibió el submarino S-81 hace casi un año, el 30 de noviembre de 2023. Desde entonces, la tripulación ha efectuado más de cien días de navegación para evaluar el comportamiento de los distintos equipos y sistemas a bordo y conocer en profundidad la plataforma. El buque también ha pasado en varias ocasiones por el astillero de Navantia en Cartagena para afinar distintos sistemas y personal de la compañía ha embarcado durante las navegaciones para hacer comprobaciones.
La Flotilla de Submarinos ha realizado también algunas pruebas como el lanzamiento de maquetas de torpedos en el Arsenal de Cartagena donde puso a prueba los tubolanzatorpedos del sumergible.
La entrega definitiva está prevista para finales de este mes de noviembre, como adelantó el diario La Verdad de Murcia. Este mes también estaba prevista la entrega de la bandera de combate, un acto que al final se ha aplazado por las inundaciones de la DANA.
Por delante todavía queda la evaluación y calificación operativa, dos procesos que deben pasar todos los buques de la Armada antes de su entrada en servicio para certificar que cumplen con las capacidades y requisitos exigidos y que la tripulación cuenta con el nivel de adiestramiento. El objetivo final es alcanzar la máxima operatividad. Junto con estos exámenes, el S-81 llevará a cabo en 2025 un crucero de resistencia.