Los ministros de Defensa de la Unión Europea han aprobado el informe de la Revisión Anual Coordinada de Defensa (CARD) de 2024. Se trata del documento en el que cada año, desde 2020, se toma el pulso al estado de la Unión en esta materia, incluidas recomendaciones para los países miembros.
La revisión identifica oportunidades de colaboración viables para que los países de la UE desarrollen conjuntamente capacidades militares críticas. Por primera vez, la aprobación del informe se combina con la firma de cartas de intención por parte de distintos Estados miembros en cuatro áreas: defensa aérea y antimisiles integrada; guerra electrónica; municiones merodeadoras; y un buque de combate de superficie.
El informe CARD 2024, elaborado por la Agencia Europea de Defensa (EDA) en coordinación con el Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE) y el Estado Mayor de la UE (EMUE), advierte de que el gasto actual en defensa, que asciende este año a 326.000 millones de euros para el conjunto de los 27 miembros, resulta insuficiente.
En este contexto, el documento insta a los países de la UE a abordar al mismo tiempo tanto las necesidades operativas a corto plazo como las prioridades a largo. “La guerra de agresión de Rusia contra Ucrania pone de relieve la necesidad de tecnologías avanzadas y capacidades rentables en cantidades adecuadas”, apunta la EDA en un comunicado.
El nuevo CARD, además, urge a los Estados miembros a invertir en activos terrestres, aéreos y marítimos en consonancia con las prioridades de desarrollo de capacidades de la UE acordadas para 2023. Aquí se incluyen la reposición de existencias, la modernización de los sistemas de defensa terrestre y aérea y la mejora de la interoperabilidad.
También considera “igualmente cruciales” las inversiones en facilitadores estratégicos, como la ciberdefensa segura y resiliente, los sistemas de mando y control (C2), el conocimiento de la situación en el ciberespacio y el espacio, y las comunicaciones por satélite, son igualmente cruciales.
Para reforzar la base tecnológica e industrial de defensa europea, añade texto, los Estados miembros deben reducir la dependencia de proveedores externos, cooperar más estrechamente y desarrollar cadenas de suministro de defensa seguras en la UE.
El director de la EDA, y alto representante de la UE, Josep Borrell, concluye: “El informe CARD 2024 es claro: los esfuerzos nacionales, aunque indispensables, no son suficientes”.
“Guerra de alta intensidad”
La firma de las cuatro cartas de intención apuntadas, que por primera vez se combinan con la CARD, “pone de relieve que los Estados miembros están interesados en trabajar juntos en el desarrollo de estas capacidades militares”. Su alcance abarca desde la adquisición conjunta a corto plazo, pasando por la modernización y las mejoras a medio plazo, hasta el desarrollo a largo plazo de capacidades futuras, que podrían implementarse a través de la EDA o como proyectos de Cooperación Estructurada Permanente (Pesco).
En palabras del director ejecutivo de la EDA, Jiří Šedivý, “para convertirse en un proveedor de seguridad creíble, la UE debe desarrollar capacidades estratégicas, incluso para escenarios de guerra de alta intensidad”. Šedivý apunta que las oportunidades de colaboración reunirán a los responsables de la formulación de políticas, los planificadores y los expertos en armamento nacionales “para desarrollar activos militares pertinentes”. Se trata de iniciativas que, en todo caso, “están en línea con las prioridades de la OTAN”. Ahora, afirma, “la EDA está lista para hacer realidad estas oportunidades de colaboración”.