El proyecto anunciado hace dos semanas para impulsar la defensa en Europa toma forma. El Plan Rearme Europa/Preparación 2030, como se denomina finalmente, ha sido presentado este miércoles por la Comisión Europea y la Alta Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Kaja Kallas. El documento, como adelantó la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, abre la puerta a un desembolso extra de más de 800.000 millones de euros, que finalmente se estructura en tres pilares: la liberación del uso de fondos públicos en defensa a nivel nacional, un nuevo instrumento denominado Acción de Seguridad para Europa (SAFE) y el recurso al apalancamiento en el Banco Europeo de Inversiones y la movilización de capital privado acelerando la iniciativa de la iniciativa de Unión del Ahorro y la Inversión.
Sobre el pilar de potenciación del uso de la financiación pública en defensa a nivel nacional, la Comisión ha invitado a los Estados miembros a activar la cláusula nacional de salvaguardia del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, lo que les proporcionará margen presupuestario adicional para aumentar su gasto en defensa, dentro de las normas fiscales de la UE.
Para salvaguardar la sostenibilidad fiscal, la medida se limitará a aumentar el gasto en defensa únicamente, tomando como punto de partida la categoría estadística Defensa en la clasificación de las funciones de gobierno (Cofog). Se permitirá hasta un máximo del 1,5 % del PIB por cada año de activación de la cláusula nacional de salvaguardia. Y será posible por un período de cuatro años.
En cuanto a la creación de un nuevo instrumento específico para la Acción de Seguridad para Europa, y “en vista de las excepcionales circunstancias actuales”, la Comisión recaudará hasta 150.000 millones de euros en los mercados de capitales, “aprovechando su consolidado enfoque unificado de financiación, para ayudar a los Estados miembros de la UE a aumentar rápida y sustancialmente las inversiones en las capacidades de defensa de Europa”. Se trata de unos fondos que se desembolsarán a los países interesados previa solicitud, y con arreglo a sus planes nacionales.
Permitido a otros países
Los desembolsos se realizarán en forma de préstamos a largo plazo “con precios competitivos y una estructura atractiva, que serán reembolsados por los Estados miembros beneficiarios”. Se trata de préstamos “respaldados por el margen de maniobra del presupuesto de la UE”. Esta iniciativa SAFE también permitirá a los países que han firmado el tratado de adhesión, a los países candidatos, a los candidatos potenciales y a los que tengan suscrito una asociación de seguridad y defensa con la UE unirse a las adquisiciones comunes y contribuir a la demanda agregada. Además, se podrán “negociar acuerdos específicos y mutuamente beneficiosos sobre la participación de sus respectivas industrias en tales adquisiciones”.
En el tercer pilar señalado, la Comision recuerda que el Plan Rearme Europa/Preparación 2030 también se apoya en el Banco Europeo de Inversiones “para ampliar el alcance de sus préstamos a proyectos de defensa y seguridad, salvaguardando al mismo tiempo su capacidad de financiación”. Además de desbloquear fondos sustanciales, añade, lo que, confía, “enviará una señal positiva a los mercados”.
La inversión pública no basta
Por último, los artífices del plan reconocen que la inversión pública por sí sola no bastará para cubrir las necesidades de inversión de la industria de defensa, incluidas desde las empresas de nueva creación hasta las grandes compañías ya establecidas. Para subsanarlo, la denominada estrategia de la Unión del Ahorro y la Inversión, adoptada este 19 de marzo por la Comisión, “facilitará la movilización del ahorro privado hacia unos mercados de capitales más eficientes y canalizará las inversiones hacia sectores críticos de la economía, como la defensa, para quienes deseen invertir en ellos”.