El Ministerio de Defensa británico ha anunciado su intención de hacerse cargo del fabricante especializado en componentes de acero Sheffield Forgemasters. Para ello planea adquirir todas sus acciones por una cantidad estimada en 2.560 millones de libras, lo que al cambio actual supone un desembolso de algo más de 3.000 millones de euros. El objetivo de esta operación es proteger la cadena de suministro de programas de defensa claves, como el de los submarinos nucleares.
El acuerdo podrá concretarse el próximo 19 de agosto, una vez que se haya cumplido el período de oferta estipulado y siempre y cuando sea aprobado por los accionistas de la empresa.
Sheffield Forgemasters es conocida por suministrar componentes de acero fundido y forjado para programas de defensa como el de los submarinos nucleares de las clases Vanguard, Astute y Dreadnought. Estos últimos comenzaron a construirse en 2016 para sustituir la flota de los Vanguard.
Defense News recuerda que Sheffield Forgemasters, que acumula más de dos siglos y medio de historia, ha recibido apoyo financiero de firmas clave del sector como BAE Systems y el fabricante de plantas de energía para submarinos nucleares Rolls Royce.
El medio recoge la justificación que el ministerio británico hace de esta compra, en la que aduce que se trata del “único fabricante disponible con las habilidades y la capacidad para producir piezas fundidas y forjadas de alta integridad a gran escala a partir de aceros especializados en una instalación integrada con los más altos estándares requeridos” para programas como los de los submarinos nucleares. Además recoge las impresiones del especialista Howard Wheeldon, de la asesora estratégica Wheeldon Strategic Advisory, que considera que con este movimiento “por fin ha prevalecido el sentido común, y Sheffield Forgemasters, una empresa que es un proveedor vital de acero especializado para barcos y submarinos de la Royal Navy [Marina Real Británica], sumamente importante pero con problemas durante mucho tiempo, será asumida por el gobierno del Reino Unido bajo la bandera de que esto es vital para nuestros intereses nacionales y la cadena de suministro del Reino Unido”.
Según Wheeldon, “la situación actual era insostenible” para la empresa, por lo que “en mi opinión, es absolutamente correcto que el gobierno, aunque probablemente a regañadientes, haya tomado la iniciativa”.
El Ministerio de Defensa también ha concretado que sus planes pasan por invertir en la próxima década hasta 400 millones de libras (470 millones de euros) en la mejora de la producción de activos críticos para la defensa. Entre ellos incluye una nueva línea de forja pesada, un nuevo edificio y una renovación de maquinaria y herramientas.