Estados Unidos ha anunciado su retirada del Tratado de Cielos Abiertos, un acuerdo en vigor desde 2002 para promover la confianza en las actividades militares entre 34 países, incluida Rusia, mediante vuelos de observación no armados sobre sus territorios. Washington acusa a Moscú de haber “violado de forma flagrante y continua el tratado, durante años y de diversas maneras”, según afirmó la semana pasada el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo.
Pompeo acusó en un comunicado a las autoridades rusas de emplear las imágenes obtenidas en estas operaciones acordadas “para apoyar una nueva doctrina rusa agresiva que consiste en tomar como blanco infraestructuras esenciales en Estados Unidos y Europa”.
Ante estas circunstancias, el presidente estadounidense, Donald Trump, anunció el pasado jueves que su país se retirará del tratado y negociará posteriormente con Rusia un nuevo acuerdo. “Van a volver y querrán hacer un trato”, dijo. Posteriormente, el viernes, los países de la OTAN instaron a Rusia a cumplir los acuerdos del tratado tras una reunión de los embajadores de los países miembros en la que varios de ellos expresaron su preocupación por la decisión estadounidense.
El Tratado de Cielos Abiertos permite a sus miembros sobrevolar el territorio de los demás países comprometidos para verificar que no se preparan ataques militares. En su intervención tras la reunión del viernes, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, afirmó que Rusia lleva años restringiendo este tratado, al imponer, por ejemplo, limitaciones a los vuelos sobre Kaliningrado (ex territorio alemán enclavado dentro de Polonia y desde 1945 en manos rusas) y en torno a su frontera con Georgia.
La decisión de Estados Unidos se implementará en seis meses, de acuerdo con el anuncio, aunque ha explicado que reconsiderará su retirada si Moscú vuelve a cumplir íntegramente los extremos del tratado.
Por su parte Rusia ha negado que haya violado el Tratado de Cielos Abiertos y acusa a Estados Unidos de ser la que lo está incumpliendo “gravemente”. El viceministro de Asuntos Exteriores del país, Serguei Riabkov ha recordado que llevan años “presentando una serie de quejas contra Estados Unidos con respecto a sus violaciones de este tratado en varios aspectos”. De acuerdo con el representante ruso, su país continuará comprometido con el acuerdo y “trabajará para preservarlo, dado que es importante”.