La OTAN se compromete a incrementar la capacidad industrial de sus miembros ante "un entorno cada vez más hostil"

Los miembros de la OTAN, cuyos jefes de Estado y de Gobierno se han reunido esta semana en Washington, han acordado fortalecer su industria de defensa y aumentar la cooperación del sector entre los socios. En un comunicado oficial, titulado Compromiso de expansión de la capacidad industrial de la OTAN, la Alianza alude al «papel de la Alianza como convocante, fijador de normas, fijador y agregador de requisitos, y facilitador de entrega para expandir la capacidad industrial de defensa».

Lo que el documento propone, con el fin de asegurar “la seguridad de más de mil millones de ciudadanos”, es “el aumento sostenido del gasto en defensa y los pedidos en firme, combinados con inversiones en capacidad a largo plazo”. Estas medidas, continúa el texto, “permitirán a la industria apoyar la respuesta de la Alianza a los desafíos de un entorno de seguridad cada vez más impredecible y hostil”. Como ejemplo del nuevo contexto se cita “la guerra de agresión no provocada de Rusia contra Ucrania y la transición de Rusia a una economía de guerra”, que demuestran, “la importancia estratégica de nuestra industria de defensa”, insiste.

De manera concreta, los miembros de la OTAN se responsabilizan de acelerar el crecimiento de la capacidad industrial y la producción en toda la Alianza, sobre la base del Plan de Acción de Producción de Defensa que ya se acordó en la Cumbre de Vilna en 2023. Para ello, los socios de la organización se comprometen con nueve puntos concretos. El primero pasa directamente por fortalecer la industria de defensa en toda la Alianza, fomentando una actividad “innovadora, competitiva y sostenible, donde la cooperación recíproca y la apertura sean la norma”. Aquí citan el objetivo de “continuar reduciendo y eliminando, según corresponda los obstáculos al comercio y la inversión en materia de defensa entre los aliados” y aluden a “una señal clara de demanda a la industria a través de pedidos y contratos en firme, aumentando las compras plurianuales y compartiendo información adecuada sobre nuestros requisitos clave”.

Compartir los planes nacionales

En segundo lugar se propone “un enfoque más sistémico para el desarrollo industrial de defensa”, lo que supone “desarrollar y compartir planes y estrategias nacionales individuales entre los aliados”. Es decir, cada aliado redactará su propio plan nacional, decidirá cómo mejorar la capacidad industrial y la capacidad de respuesta, e informará anualmente de los resultados, con el objetivo de mejorar la coordinación y coherencia de los esfuerzos.

El tercer punto se refiere a la entrega urgente de capacidades críticas, e incluye una mención expresa al compromiso de apoyo a Ucrania “con un renovado sentido de urgencia”. El enfoque inicial, añade, “incluirá municiones decisivas para la batalla y defensa aérea y antimisiles”.

Mejor relación calidad-precio

El cuarto compromiso apunta a un incremento de las adquisiciones multinacionales a gran escala. Se trata de impulsar más adquisiciones conjuntas, incluso a través de programas multinacionales, de acuerdo con los planes nacionales. De este modo se persigue reforzar la interoperabilidad y la intercambiabilidad y obtener “una mejor relación calidad-precio”. Se propone  un mayor uso de los marcos existentes, como los ofrecidos por la Agencia de Adquisiciones y Apoyo de la OTAN (NSPA), y contratos marco nacionales abiertos a la participación de otros aliados, cuando sea factible.

El quinto compromiso se basa en la aceleración de la adopción de nuevas tecnologías, donde se cita la conveniencia de “aprovechar el considerable potencial de nuestras pequeñas y medianas empresas y acelerar nuestro desarrollo y adopción de nuevas tecnologías, en asociación con el Acelerador de Innovación de Defensa para el Atlántico Norte (Diana), el Hub de Innovación del Mando Aliado de Transformación y el Fondo de Innovación de la OTAN”.

Medidas mutuas con la UE

Otro punto se centra en la mejora de la cooperación con Ucrania, lo que incluye apoyar su base industrial de defensa. El séptimo se enfoca en la mejora de cooperación con los socios de la OTAN para reforzar la industria de defensa, y cita la necesidad de “continuar tomando medidas mutuas con la Unión Europea (UE) para fortalecer la coherencia y la complementariedad de los respectivos esfuerzos”. También alude a la cooperación industrial con socios comprometidos, entre los que cita a, Australia, Japón, Nueva Zelanda y la República de Corea.

El octavo compromiso se basa en la aceleración de la actualización y el desarrollo de estándares dentro de la OTAN y su implementación dentro de las naciones, “incluso a través de un compromiso más sistemático con la industria y un enfoque en nuevas áreas como los estándares digitales”. En este punto se aclara que la implementación de las normas de la OTAN “es un requisito previo para la interoperabilidad y la intercambiabilidad de municiones”. Los ministros de Defensa de la Alianza deberán acordar las medidas necesarias para aumentar y fortalecer la implementación de las normas.

Y, finalmente, los socios se comprometen a “proteger nuestras cadenas de suministro críticas para la defensa”, de modo que la Alianza “desarrolle capacidades militares libres de la influencia hostil de adversarios potenciales” y “no se produzcan interrupciones”.