El buque multipropósito Cartagena A62 ultima los trabajos que le permitirán comenzar a operar para la Armada el próximo mes de junio. Su comandante, el capitán de corbeta Carlos Cerdido Aramburu, ha detallado este jueves en el interior de este barco de 69,8 metros de eslora, 17 de manga y 3.086 toneladas de desplazamiento, las capacidades de la nueva nave incorporada al Mando de las Unidades de la Fuerza de Acción Marítima de Cartagena.
Esta es la segunda unidad de su clase, la primera es el Carnota A61, con base en Ferrol, que entró en servicio el pasado junio. Además, está previsto incorporar una tercera unidad, que cubrirá la correspondiente zona marítima con base en Cádiz, e incluso podría añadirse una cuarta, que en ese caso operará desde las islas Canarias, “de manera que quedaran todas las zonas marítimas cubiertas”, explica el comandante del nuevo barco.
¿Qué implica su condición de multipropósito? El comandante Cerdido detalla que se trata de un buque de apoyo con el que se pueden realizar operaciones de vigilancia marítima; de apoyo al adiestramiento de otras unidades, con tareas como la recogida de torpedos o el remolque, tanto en adiestramiento como real; de minado y desminado; de apoyo a buceadores, e incluso “puede ser empleado como buque de mando, por ejemplo, en los despliegues internacionales de cazaminas”. El A62 está capacitado hasta para participar en misiones antárticas.
“Los buques de apoyo que teníamos antiguamente eran remolcadores de altura reconvertidos, principalmente, y las capacidades estaban bastante más limitadas”, apunta el comandante sobre la toldilla del nuevo buque, anclado en uno de los muelles del Arsenal de Cartagena.
Construcción turca
El A62, al igual que el Carnota ha sido empleado previamente en el sector civil, en concreto para realizar tareas de prospección sísmica con el objetivo de localizar yacimientos de petróleo y gas en el Mar del Norte, y prestar apoyo a plataformas de extracción de estos recursos y campos eólicos marinos, entre otras actividades. En aquel momento era conocido como Ocean Fortune, desde que fue construido en 2015 por el astillero turco Cemre Shipyard.
Las características con las que fue inicialmente fue concebido le ayudan ahora para su nuevo cometido. “A lo largo de su servicio en el sector privado, el Ocean Fortune tuvo la oportunidad de operar en algunas de las zonas de mayor complejidad del mar del Norte”, explica la información facilitada por la Armada sobre el barco. “Su experiencia en un entorno tan exigente le permitió adquirir características de fiabilidad y robustez que resultan clave para su reconversión en un buque de apoyo para la Armada”, añade la fuente.
Adaptado en Cádiz
Para cumplir sus nuevas funciones militares, el buque ha sido adaptado en el Astillero de Cádiz entre diciembre y enero pasados. Ahora debe completar su certificación antes de comenzar a operar en su nuevo cometido dentro de un par de meses, en una primera misión al sur de Canarias. Para ello, detalla su comandante, cuenta con capacidades como sistemas de posicionamiento dinámico, un gancho de remolque con capacidad de tiro de hasta 70 toneladas, la capacidad de suministrar combustible en la mar, una grúa de hasta 12 toneladas para operaciones en la mar, dispone de dos embarcaciones menores, tres gambuzas (espacios) de cámaras refrigeradas para transportar alimentos, puede alojar hasta seis contenedores de 20 pies en su cubierta de 500 metros cuadrados y para el futuro se está incluso estudiando instalar un punto en su toldilla para permitir descargas verticales con helicópteros.
“Es un buque relativamente nuevo, se construyó en 2015 y forma parte de la Armada desde el 9 de noviembre de 2024”, explica el comandante Cerdido Aramburu, nacido en Cartagena.
El A62, cuya dotación está compuesta por 37 personas, incluídos cinco oficiales y seis suboficiales, es el segundo barco de su clase de buques multipropósito. El primero es el Carnota A61, con base en Ferrol. “La intención es adquirir al menos uno o dos más, de manera que quedaran todas las zonas marítimas cubiertas: uno en Ferrol, uno en Cádiz, uno en Cartagena y uno en las Islas Canarias”, detalla el comandante del nuevo buque. Estos nuevos buques auxiliares renuevan una envejecida flota con más de cuatro décadas en servicio.