La OTAN recibirá en junio sus dos primeros aviones A330 MRTT

Airbus ya tiene listos los dos primeros aviones de transporte y suministro de combustible en vuelo A330 MRTT de la iniciativa conjunta de cinco países de la OTAN conocida como MMF. Los dos aparatos, reconvertidos en las instalaciones que la empresa tiene en Getafe (Madrid) a partir del modelo civil A330-200, forman parte de esta flota multinacional que de momento cuenta con la adhesión de Alemania, Bélgica, Luxemburgo, Noruega y Países Bajos, que han pedido ocho aeronaves en total.

Un comunicado de la Agencia de Adquisiciones y Apoyo de la OTAN (NSPA, por sus siglas en inglés) revela que la “entrega de los dos primeros aviones a la Base Operativa Principal en Eindhoven está programada para comenzar el próximo mes”. Es decir, en junio. La base aérea neerlandesa de Eindhoven es el lugar elegido para acoger la mayor parte de estos aviones. En concreto desde ella operarán cinco unidades, mientras que las otros tres estarán basadas en la ciudad alemana de Colonia. En un primer momento, antes de la irrupción del Covid-19, se previó que el primer avión llegase a su destino el pasado 1 de mayo, como recogió Infodefensa.com el pasado julio, por lo que el retraso experimentado no es mucho mayor a un mes.

La tercera y cuarta unidad de la flota se encuentran actualmente en pleno proceso de reconversión den Getafe, y la quinta acaba de llegar a la planta madrileña desde Toulouse (Francia), donde será también sometida a su transformación. La NSPA aclara que el proceso de entrenamiento de las tripulaciones se retrasó “inevitablemente debido a las restricciones actuales” derivadas de la pandemia. Si bien su comunicado añade que el primer grupo de pilotos y mecánicos de la flota ya había sido formados completamente, “y ahora están listos para seguir su entrenamiento”.

La Organización Conjunta para la Cooperación en Materia de Armamento (Occar) fue la encargada hace tres año de firmar el contrato de adquisición de los dos primeros MRTT en nombre de los países compradores (inicialmente Países Bajos y Luxemburgo). A estos dos miembros de la iniciativa se unieron posteriormente Alemania, Bélgica y Noruega, con lo que la MMF quedó constituida por cinco países, aunque está abierta a la entrada de más socios y a la adquisición prevista por contrato de otras tres aeronaves más.

Ámsterdam y Luxemburgo iniciaron este programa conjunto a mediados de 2016 con la adquisición de sus dos primeras aeronaves y con la expectativa de que más países se unirían a la iniciativa. Así fue. En 2017 se sumaron Berlín y Oslo con el encargo de cinco aparatos más y Bruselas acordó el año pasado la compra del octavo avión por 258 millones.

Iniciativa de la EDA

La NSPA es la encargada de la compra, el soporte en servicio de la flota MMF y de apoyar activamente a la llamada Unidad Multinacional de Transporte/Cisterna Multipropósito (MMU, por sus siglas en inglés), constituida el verano pasado, y cuya flota será propiedad de la OTAN. Cinco de los ocho aparatos estarán estacionadas en la base aérea de Eindhoven, al sur de Países Bajos, y otros tres en Colonia, como se ha apuntado. Desde ambas ubicaciones operarán para los cinco países adheridos a la iniciativa. Los costes y el personal para operar serán asignados en función de las horas de vuelo necesarias para cada país.

Francia y Reino Unido, que también han ordenado distintas unidades de aviones A330 MRTT de reabastecimiento en vuelo y transporte para sus respectivas flotas nacionales, se encuentran entre los países que también pueden acabar implicados en tareas de formación, instrucción y mantenimiento de los nuevos aviones.

La Agencia Europea de Defensa (EDA) fue la encargada en 2012 de emprender la iniciativa para lograr una autonomía de los socios del viejo continente en el reabastecimiento en vuelo. A día de hoy los países europeos suman alrededor de cuarenta aviones cisterna de una docena de tipos diferentes y que además tienen dificultades para operar con los permisos necesarios. Hasta ese momento se habían ido logrando autorizaciones específicas caso a caso para atender una operación de guerra, por ejemplo. Cuando Europa necesitaba un servicio adicional de suministro en vuelo, como en las campañas militares sobre Libia y Mali, acudía a la ayuda de Estados Unidos para contar con una capacidad de la que hasta el momento no disponía por sí misma. Ante este panorama, la EDA inició su campaña para lograr un enfoque coordinado y sin restricciones con el objeto de aumentar la flexibilidad de los reabastecimientos y facilitar los despliegues inmediatos de los recursos militares. Así, hace ocho años los ministros de Defensa adscritos a la agencia le encargaron crear una aeronave multinacional de reabastecimiento en vuelo.