La compañía estadounidense Sikorsky ha iniciado el suministro de los 200 helicópteros CH-53K King Stallion encargados por el Cuerpo de Marines de Estados Unidos. La primera unidad de este nuevo modelo, presentado hace ahora cuatro años, ha sido entregada en West Palm Beach, en el estado de Florida, y acabará prestando servicio en la Estación Aérea New River de Jacksonville, en Carolina del Norte. El suministro de la segunda unidad deberá esperar a la llegada de 2019, según el cronograma previsto por el fabricante.
El CH-53 King Stallion es uno de los modelos de helicóptero pesado que optan al programa de adquisición de hasta 60 aparatos de las Fuerzas Armadas alemanas. El otro candidato es el CH-47 Chinook, fabricado por Boeing. No hay más competidores, ya que Berlín busca un helicóptero ya existente.
Durante la presentación en 2014 del King Stallion, el presidente de Sikorski, Mick Maurer, reveló que gracias a sus “nuevos y más poderosos motores” T408, de GE, su “capacidad de carga triplica la del CH-53H”, modelo predecesor. Los T408 obtienen en torno a un 57 por ciento más fuerza con aproximadamente un 20 por ciento menos de consumo de combustible.
Para introducir los nuevos motores, más grandes en tamaño y potencia que los anteriores T64, los ingenieros de Sikorsky tuvieron que diseñar una nueva transmisión con la que llevar su fuerza a los rotores principales del helicóptero. Asimismo, desarrollaron unas palancas para los rotores más resistentes y tecnológicamente avanzadas.
La estructura del helicóptero está construida con nuevos materiales composites más ligeros y resistentes por las empresas Aurora Flight Sciences, Exelis, GKN Aerospace y Spirit Aerosystems. Los nuevos sistemas de navegación y control del aparato han sido desarrollados por Sikorsky, UTC Aerospace Systems, Eaton y BAE con tecnología de Rockwell Collins.
El CH-53K es, de acuerdo con Sikorsky, el primer helicóptero de diseño completamente digital. Para asegurar una logística económicamente ajustada, la empresa (propiedad del gigante Lockheer Martin) y el Gobierno norteamericano han trabajado en una metodología que permitirá al Cuerpo de Marines analizar la información sobre vuelos, mantenimiento y funcionamiento de cada aparato.
Las 200 unidades comprometidas por el Cuerpo de Marines equiparán ocho escuadrones operativos más otro de adiestramiento.
En cuanto al proceso abierto por Berlín, Sikorsky se ha aliado con la compañía local Rheinmetall para tratar de hacerse con el contrato, estimado en 4.000 millones de euros por el suministro de entre 45 y 60 aparatos. El papel de Rheinmetall en esta alianza, de la que informó Infodefensa.com el pasado febrero, pasa por liderar las tareas de sostenimiento del programa, en caso de que el CH-53K lo gane.
El cronograma previsto por Alemania contempla la emisión de una solicitud a los fabricantes para que informen de sus ofertas durante el segundo semestre de este mismo año. La firma del contrato está prevista para mediados de 2020.