Varsovia continúa su programa de grandes compras de armamento para fortalecer particularmente su Ejército de Tierra, del que hace unos años reveló su intención de convertirlo en el “mayor de toda Europa”, para hacer frente a la amenaza que percibe de Moscú. La Agencia de Armamento del país ha suscrito con las firmas locales Polska Grupa Zbrojeniowa (PGZ) y Huta Stalowa Wola (HSW) la adquisición de un primer lote de 111 vehículos de combate de infantería (IFV) Borsuk. “Se trata de un momento histórico que marca un salto tecnológico para nuestro ejército”, de acuerdo con el comunicado conjunto emitido por ambas compañías sobre la operación.
Los blindados deberán comenzar a entregarse este mismo año, y las últimas unidades en 2029, de acuerdo con el contrato, valorado en más de 6.500 millones de zlotys, lo que al cambio equivale a algo más de 1.550 millones de euros. La previsión es que los pedidos continúan, según el acuerdo marco suscrito en febrero de 2023, y que implica la compra prevista de hasta 1.400 Borsuk por parte del Ejército polaco, incluidos más de 1.000 en la versión de combate y más de 300 vehículos en variantes especializadas.
El viceprimer ministro de Defensa, Władysław Kosiniak-Kamysz, recordó durante la firma del contrato que el país optó por investigar y construir un IFV con “todas las capacidades” y de fabricación propia en 2014. “Hoy en día, ya es objeto de un acuerdo firmado”, ha destacado.
El presidente de PGZ, Krzysztof Trofiniak, se ha mostrado “este día [de la firma, el pasado 27 de marzo,] pasará a la historia no solo del Ejército polaco, sino también de toda la industria armamentística polaca”. Trofiniak ha recordado que más de 20 empresas polacas participaron en el trabajo de este producto, el Borsuk, del que ha apuntado que “está liderando el ejército en el siglo XXI, que también comenzó con la implementación de otros proyectos, como los sistemas de radar, Rosomak, Krab y Rak”.
“Punto de partida para diseños más complejos”
El Borsuk, asegura el líder de PGZ, “es especial en el sentido de que es completamente de planteamiento tecnológico y de construcción polaco”. Los trabajos comenzaron en 2014 con la premisa de diseñar un nuevo vehículo de combate de infantería con capacidad anfibia y equipado con un sistema de torreta. Trofiniak está convencido de que este desarrollo, “que se ha creado en empresas polacas, dará sus frutos en el futuro. Creo que este será el punto de partida para diseñar elementos aún más complejos del equipamiento del Ejército polaco”.
Por su parte, el presidente de HSW, Wojciech Kędziera, señaló la importancia de este contrato para su empresa, diseñadora al completo del Borsuk, “con la participación de miembros polacos del consorcio”. Gracias a ello, añadió, “podremos ofrecer este producto en el extranjero prácticamente sin restricciones, así como desarrollarlo y mejorarlo”. Kędziera ha adelantado que, a partir de “la experiencia adquirida durante la construcción del Borsuk, estamos diseñando productos más innovadores, incluido un vehículo de combate de infantería pesada", agregó”.