La Maestranza Aérea de Sevilla (Maese) del Ejército del Aire y del Espacio ha completado el primer mantenimiento ML3 del Auxiliary Power Unit (APU) de un caza Eurofighter, lo que convierte a España en el primer operador del avión de combate de fabricación europea que alcanza esta capacitación a nivel orgánico.
El Ejército del Aire y del Espacio, como parte del planeamiento logístico del programa Eurofighter, tomó la decisión de capacitar a la maestranza sevillana para acometer este mantenimiento. Así, se convertía junto a Italia en la única nación que solicitaba esta capacitación.
El APU es un componente crucial en el Eurofighter, ya que proporciona energía eléctrica y de aire comprimido para iniciar los motores principales y alimentar sistemas esenciales cuando la aeronave está en tierra o fuera de servicio. Un mantenimiento ML3 del APU del Eurofighter es un nivel avanzado de mantenimiento que se realiza sobre la unidad de potencia auxiliar de la aeronave.
El mantenimiento de aeronaves se clasifica en diferentes niveles, siendo el ML3 (Mantenimiento de Nivel 3) uno de los más avanzados. Este nivel conocido como mantenimiento de taller o depósito, implica una inspección y reparación detallada que generalmente se realiza en instalaciones especializadas.
A diferencia de los niveles inferiores (ML1 y ML2), que se enfocan en tareas de mantenimiento rutinario y preventivo realizadas en la base operativa, el ML3 abarca procedimientos más complejos que requieren desensamblado completo, análisis profundo y renovación de componentes.
Proceso de mantenimiento
El Ejército del Aire y del Espacio subraya que para llevar a cabo este mantenimiento “la Maestranza ha sabido aunar a la amplia experiencia acumulada durante décadas en el mantenimiento del Sistema de Potencia Secundario del F-18) y la disponibilidad de los nuevos recursos técnicos y humanos que brindaba el programa Eurofighter, demostrando en todo momento la capacidad, ilusión y saber hacer de todo el personal militar, laboral y de empresas implicadas, Indra, Airbus Defence and Space o Cobra Aeronautics”.
“Muchos han sido los retos superados, sobre todo, la instalación y puesta en marcha del banco de pruebas que, desde la llegada de los equipos en 2014, ha implicado la incorporación de continuas mejoras y modificaciones al diseño original, así como como el desarrollo de nuevos equipos de análisis y monitorización del funcionamiento APU que amplían las capacidades de localización y resolución de averías”, asegura la Fuerza Aérea.