Pistólas, fusiles de asalto y automáticos, subametralladoras, ametralladoras ligeras, rifles, y carabinas, son algunos de los productos con sello Latam que satisfacen las demandas internas en cada nación. No obstante, esto no inhabilita la coexistencia con armamento liviano de importación que, por motivos diversos, también cobra envergadura dentro de las fuerzas latinoamericanas.
Venezuela
La Compañía Anónima Venezolana de Industrias Militares (Cavim) —dependiente del Ministerio de la Defensa— inició sus operaciones en enero de 1976. Es la responsable de la fabricación del armamento y municiones de la Fuerza Armada Nacional de Venezuela. En el transcurso de los años ha presentado prototipos de armas ligeras de diseño propio, tales como pistolas, subametralladoras, fusiles de precisión, pero, salvo algunas piezas de estos últimos y en pequeña escala, ninguno ha entrado en producción.
El proyecto más importante que adelanta Cavim en este segmento se refiere a la instalación de una planta para la fabricación de fusiles de asalto Kalashnikov AK-103/AK-104 y otra para la producción de las municiones calibre 7,62×39 mm, las cuales fueron contratadas a la estatal rusa Rosoboronexport, en 2006. Las plantas están siendo construidas en el complejo industrial de Cavim ubicado en la ciudad Maracay y estaba previsto inicialmente que fueran inauguradas en 2009 y luego en 2011. A partir de entonces se han anunciado nuevas fechas que, por distintas circunstancias, tampoco se han cumplido. En octubre de 2021 un funcionario ruso aseguró que el proyecto estaría listo durante el segundo semestre del año siguiente, pero, en mayo de 2022, el director general de Kalashnikov declaró que las plantas no iniciarían su producción en la fecha prevista debido a problemas logísticos y, desde ese momento, no ha habido más información al respecto.
En la actualidad, el armamento normalizado de los cuatro componentes de la Fuerza Armada Nacional, es principalmente de origen ruso, adquirido desde mediados de la década de 2000: fusiles de asalto Kalashnikov AK-103/AK-104 de 7,62×39 mm, fusiles de precisión Dragunov SVD de 7,62x54R mm; ametralladoras Pecheneg de 7,62x54 mmR; lanzagranadas Balzat RShG-2 de 72,5 mm, lanzacohetes portátiles antitanque RPG-7 de 85 mm. Se suma, además, material chino, también de reciente adquisición: subametralladoras Chang Feng CF05 de 9x19 mm; fusiles de asalto Norinco QBZ-97A de 5,56 x 45 mm; fusiles de precisión Norinco NBR 13/NSR 50 calibre .50 y ametralladoras Norinco CS/LM3 12,7 x 99 mm.
Se encuentra también en servicio, a pesar de los años transcurridos, armamento de procedencia occidental como: pistolas FN/Browning M1935GP, Imbel M973 y Sig Saüer P226 de 9 mm. Parabellum; subametralladoras FN/IMI Uzi de 9 mm. Parabellum; ametralladoras FN Minimi de 5,56x45 mm, FN MAG de 7,62x51 mm y FN/Browning M-2HB de 12,7 mm; lanzacohetes portátiles Saab Bofors Carl Gustaf y AT-4 Skip de 84 mm, y lanzagranadas sudafricanos Milkor MGL Mk.1S de 40x46 mm.
Soldados del Ejército de Venezuela con fusiles de asalto Kalashnikov AK-103, calibre 7,62x39 mm. Firma: Comando Estratégico Operacional -CEOFANB-
Centroamérica
Las industrias militares de la región centroamericana no han tenido la visión de apostar por la producción de su propio armamento, ni aún bajo la transferencia de tecnología. Cada país se ha dedicado a la renovación de sus armamentos en los últimos años, con diferentes proveedores de Colombia, Israel y Estados Unidos.
Tal es el caso de Guatemala, que en 2019 compró 8.000 fusiles Galil SAR Córdova 13, calibre 5.56×45 a la Industria Militar de Colombia (Indumil) por más de 10 millones de dólares.
Por su parte, El Salvador comenzó la renovación de fusiles desde la llegada del presidente Nayib Bukele, en junio de 2019, al sacar de circulación el emblemático M16 y sustituirlo por el Arad de la Israel Weapon Industries (IWI)
El Gobierno de Nayib Bukele, en El Salvador, ha cambiado el modelo de los fusiles desde 2019
Uruguay
Las fuerzas armadas de Uruguay utilizan diversos sistemas de armas personales, adquiridos en distintas etapas y que actualmente coexisten en distintos grados de operatividad. Han fallado los esfuerzos para estandarizar el equipamiento. Armamento de distintas características y orígenes se mantienen dentro de las fuerzas, limitando la interoperabilidad y generando una pesadilla logística.
Mientras las tres ramas de las fuerzas utilizan la pistola Glock 17 como pistola estándar de servicio, se mantienen algunas cantidades de pistolas Browning HP 9mm, HK P2000 y Taurus PT-92 como parte del stock de las fuerzas. Con raras excepciones, las pistolas se utilizan sin ningún tipo de sistemas de miras especiales, linternas o designadores laser.
En lo que se refiere a rifles, el ubicuo FAL construido bajo licencia en Argentina del cual se compraron decenas de miles a principios de los años 80, sigue teniendo una presencia dominante en las Fuerzas Armadas Uruguayas, siendo utilizado por sus tres ramas. En el año 2002 se realizó una compra de emergencia, por unos 300 rifles AK-101 equipados con lanzagranadas GP-30 para reforzar el armamento individual de las tropas desplegadas bajo bandera de la ONU en la República Democrática de Congo. Más adelante, en el año 2008, el Ejército Nacional de Uruguay realizó una compra de 7000 fusiles Steyr AUG A2 para comenzar el reemplazo de sus FAL, junto con una partida menor de HK G36 con lanzagranadas HK69 para sus fuerzas paracaidistas y comandos.
La compra, una de las mas significativas de armamento portátil en muchísimos años, buscaba reemplazar la totalidad de los fusiles de la fuerza por unidades más modernas y en calibre 5.56mm dejando atrás el 7.62mm. Sin embargo, este proceso nunca alcanzó a completarse y aun coexisten el FAL, en todas sus variantes, con los AUG y G36. En el caso de la Armada, se da una situación similar, con la coexistencia de fusiles FAL de diversas variantes (paracaidista, cañón pesado, etc.) con HK G36C y G36V. La Fuerza Aérea utiliza al FAL como su principal rifle de combate. A nivel de fuerzas especiales tanto la Armada como la FAU utilizan HK MP5 como su arma preferida para la interdicción de buques y operaciones urbanas. Adicionalmente se poseen pequeñas cantidades de subametralladoras HK MP7 para tripulaciones de helicópteros y, ya al borde de su desprogramación, se mantienen en inventario subfusiles FMK3 de origen argentino.
Dentro del grupo de ametralladoras, el Ejército de Uruguay utiliza la MG-3 construida en España, la FN MAG belga y ametralladoras M2HB calibre .50. De las primeras, la operación mas reciente fue por un total de 984 ametralladoras adquiridas en el año 2020 directamente de stocks españoles. Como ametralladoras a nivel de unidad básica se pueden utilizar versiones del con cañón pesado del FAL (FAP), Steyr AUG HBAR y del G36 equipados con cargadores extendidos. La Armada utiliza una combinación similar, con la excepción del AUG HBAR y las MG-3, utilizando FAP, G36 con cargador de 100 disparos, MAG y M2HB. La Fuerza Aérea por su parte está limitada a ametralladoras FAP, MAG y M2HB.
Las fuerzas armadas de Uruguay poseen en su inventario una extensa variedad de fusiles de precisión tanto para acciones a distancias medias como largas. En el Ejercito, los tiradores especializados utilizan el Steyr SSG 04A1 que reemplazo a los CZ 550, mientras que a nivel de francotiradores existe una mezcla de rifles que incluyen al Accuracy International Arctic Warfare, el HK MSG 90, Steyr SSG Carbon, Steyr HS .50 y McMillan TAC-50. La Armada por su parte posee rifles SIG Sauer SSG 3000, HK G28 y Barret M82A1 calibre .50. La Fuerza Aérea por su parte posee al menos un MSG-90 para su grupo de operaciones especiales.
Ametralladora MG3 del Ejercito Uruguayo. Firma: Ejercito de Uruguay
CUBA
La Unión de Industrias Militares es el consorcio estatal cubano responsable de producir el armamento, municiones y equipos en general para las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR). En cuanto a armamento, dispone de una fábrica para la producción de fusiles de asalto rusos Kalashnikov, específicamente del modelo AKM, la cual fue instalada entre finales de la década de los años setenta y comienzos de la de los ochenta del siglo pasado, pero se desconoce su estado actual.
Asimismo, la industria militar cubana fabrica algunos modelos propios de armamento liviano como el fusil de asalto Turquino, para operaciones especiales y que puede emplear municiones de 7,62 mm, 5,56 mm y 9 mm; el fusil de precisión Alejandro de 12,7×108 mm, el fusil antimaterial Mambi de 14,5×114 mm; y, bajo licencia soviética/rusa: pistolas Makarov PM de 9×18 mm; lanzacohetes antitanque portátiles RPG-7 y lanzagranadas AGS-17 Plamya de 30 mm, entre otros.
Respecto al arsenal actual de armas livianas, está conformado casi exclusivamente de material de origen soviético/ruso, y, en menor cantidad, de otros países, principalmente, integrantes del desaparecido Pacto de Varsovia.
Efectivos militares desfilando con fusiles de asalto Kalashnikov AKM, calibre 7,62x39 mm. Firma: Agencia Cubana de Noticias ACN
República Dominicana
República Dominicana fabricó, entre 1950 y 1966, la carabina automática Kiraly-Cristóbal de 7,62 mm., aunque en realidad era una subametralladora. En 16 años, en la Armería San Cristóbal, se produjeron más de 200.000 piezas de esta arma, pero, en 1966, el gobierno dominicano acordó no producir más armamento en su industria militar.
En la actualidad, las Fuerzas Armadas dominicanas están equipadas mayormente con armamento ligero de procedencia estadounidense; sin embargo, hay material importante de otros orígenes, como belgas marca FN: subametralladoras P90 de 5,7 x 28 mm, ametralladoras MAG de 7,62 x 51 mm y Minimi de 5,56 x 45 mm; pistolas PT92 9x19mm Parabellum de la brasilera Taurus; de IWI de Israel, fusiles de asalto Arad 5,56 x 45 mm, subametralladoras UZI 9 x 19 mm Parabellum, y pistolas Jericho 941 9 x 19 mm Parabellum. Se suman, además, fusiles de asalto Galil SAR y Galil Córdova de 5,56 x 45 mm, producto de IWI, pero fabricados en Colombia por Indumil, así como también lanzagranadas MGL Mk 1 40 mm de la sudafricana Milkor pero igualmente producidos por la industria militar colombiana.
Republica Dominicana viene adelantando, desde 2022, un importante plan de reequipamiento de sus Fuerzas Armadas, y, en ese contexto, el titular de la cartera de Defensa, visito España, en mayo de 2023, donde sostuvo reuniones con altos funcionarios del Ministerio de Defensa y directivos de la industria militar española para tratar sobre la posibilidad de adquirir equipos y servicios militares. Por lo demás, las tres ramas de las Fuerzas Armadas dominicanas son usuarias, de antigua data, de material militar español.
Soldado portando una carabina Colt M4A1, calibre 5.56×45mm. Firma: Ejército de Republica Dominicana