El transporte AP-41 Aquiles, el patrullero oceánico OPV-83 Marinero Fuentealba y los remolcadores ATF-65 Janequeo y ATF-66 Galvarino de la Armada de Chile navegaron más 38.000 millas náuticas durante la Campaña Antártica 2022-2023 en el marco de las tareas de sostenimiento logístico a bases nacionales y extranjeras en el continente blanco.
La Campaña Antártica es una operación de carácter internacional y multiagencial que se desarrolla desde 1947 con la finalidad de brindar soporte y asistencia a las bases y estaciones científicas existentes en la zona tanto en aspectos logísticos, científicos y de seguridad marítima como también para efectuar tareas de supervisión y control del tráfico marítimo en el área.
Según la institución, las unidades y sus dotaciones, que contaron con el apoyo de dos helicópteros Airbus BO-105 Bolkow y por primera vez un AS365 Dauphin de la Aviación Naval, cumplieron exitosamente con cada una de las misiones encomendadas en medio de difíciles condiciones meteorológicas, fuertes vientos, caída de nieve, lluvia y temperaturas.
La Armada de Chile trasladó en esta campaña, que comenzó en noviembre del 2022, a 730 científicos y un total de 3.091 toneladas de carga para el soporte logístico de las bases antárticas como alimentos, equipamientos y combustibles que permitirán a esas instalaciones el sustento durante el resto del año.
Un rol fundamental
Las unidades apoyaron a la base Arturo Prat y la Gobernación Marítima de Bahía Fildes, base O´Higgins del Ejército de Chile, base Presidente Eduardo Frei de la FACh y base Profesor Julio Escudero del Instituto Antártico Chileno (Inach), además de instalaciones de países como Alemania, Ecuador, Bulgaria, Polonia, Uruguay y República Checa.
Los buques participantes efectuaron también el retiro de basura y desechos de las bases trasladando un total de 298,14 toneladas a la ciudad de Punta Arenas, cumpliendo de esta manera los compromisos estipulados en el Protocolo de Madrid que establece la protección del medio ambiente en la Antártica.
"La Armada de Chile cumple un rol fundamental de apoyo logístico y operativo en el Territorio Chileno Antártico, además de ejercer de forma permanente e ininterrumpida la soberanía nacional. En cada una de las comisiones que realizaron las unidades se cumplió estrictamente con la protección del medio ambiente, siendo garante del Tratado Antártico y Protocolo de Madrid, herramientas que permiten el resguardo del ecosistema en el Continente Blanco", destacó el comandante en jefe de la Tercera Zona Naval, contraalmirante Fernando Borcoski.
La autoridad naval chilena sostuvo que "de esta manera la institución, a través de su Tercera Zona Naval, cumple con las acciones de soberanía efectiva en el Territorio Chileno Antártico, al Desarrollo Nacional y Accionar del Estado, manteniendo así las rutas marítimas seguras en una de las redes de ayudas a la navegación más complejas del mundo”.