El ministro de Defensa argentino, Jorge Taiana, visitó hoy el centro de operaciones del Comando Conjunto Marítimo (COCM) para supervisar las acciones de vigilancia y control del Mar Argentino y los espacios fluviales de jurisdicción nacional. El jefe del COCM, contraalmirante Pablo Varela, realizó una exposición sobre de las actividades de la institución.
Según Ministerio de Defensa, durante 2022, se realizaron 105 días de navegación, se identificaron cerca de 2.000 contactos de superficie y se cubrió una superficie de medio millón de millas náuticas cuadradas.
"El balance del primer año de funcionamiento del Comando es muy positivo. Se han cumplido eficientemente los objetivos de control y vigilancia de los espacios marítimos argentinos en coordinación con Prefectura", sostuvo Taiana. Los controles se realizan con medios navales, aeronavales y aeroespaciales, entre los que se destacan las aeronaves Grumman S2T Tracker y Beechcraft B200 y las cuatro OPV adquiridas a Naval Group.
Lucha contra la pescar ilegal
Si bien la flota pesquera argentina es la única que tiene permitida la explotación comercial de los recursos vivos marinos de la ZEE, establecida por el artículo 35 del Régimen Federal de Pesca. Cada año un promedio de 400 barcos opera de manera no reglamentada en la milla 201, la cual se convierte en pesca ilegal cuando ingresan a pescar en la ZEE.
Sobre este pinro, el ministro aseguró que no se ha permitido la pesca ilegal en el territorio marítimo del país. "Dentro de las 200 millas los buques que pescaron lo hicieron con licencia, autorizados por la Subsecretaría de Pesca de la Nación", afirmó.
A estos barcos pesqueros, principalmente chinos, coreanos y españoles, los acompañan buques frigoríficos que concentran la carga obtenida para su transporte a los puertos de destino y petroleros que reabastecen de combustible a los pesqueros. Esta flota generalmente se posiciona en el área adyacente a la ZEE Argentina en tres puntos focales: lateral Península Valdés, lateral Golfo San Jorge y norte de las Islas Malvinas, permaneciendo allí por períodos de entre uno y doce meses, y están charteados por grupos navieros privados internacionales. En esta oportunidad, la concentración pesquera se encontraba mayormente a la altura de la ciudad de Comodoro Rivadavia.
El costo de las pérdidas anuales causados por la pesca ilegal es difícil de calcular, ya que el único dato concreto es el decomiso realizado por infracción al régimen federal. Especialistas afirman que las pérdidas para el país alcanzarían los dos mil millones de dólares. Cabe destacar que la mayor pérdida se produce en aguas circundantes a las Islas Malvinas, ya que los buques que operan allí lo hacen con permisos o habilitaciones ilegales e ilegítimas.