El Ministerio de Defensa ha cerrado el año en el apartado de adquisiciones con la firma de un nuevo pedido de 25 cazas Eurofighter para el Ejército del Aire y del Espacio por 4.000 millones de euros. El proyecto forma parte del nuevo ciclo inversor puesto en marcha a partir de 2022 por el departamento que dirige Margarita Robles para modernizar las capacidades de las Fuerzas Armadas.
A lo largo de este 2024, Defensa también ha lanzado otros tres programas incluidos en este plan. El Gobierno dio luz verde en junio a la compra de nuevas baterías Patriot y misiles para actualizar la defensa antiaérea del Ejército de Tierra. El contrato, valorado en 2.400 millones de euros, está pendiente de formalización, si bien España ya ha encargado misiles PAC-3, la versión más avanzada, a la estadounidense Lockheed Martin.
Un mes antes, en mayo, España firmó con la empresa noruega Kongsberg el contrato para la modernización del sistema antiaéreo Nasams por 410 millones de euros. Este programa incluye la modernización de los ocho lanzadores del Ejército de Tierra operativos -dos por batería- y la compra de otros siete lanzadores MK II (cuatro para el Tierra y tres para el Ejército del Aire).
Ya en octubre, el Ejército de Tierra selló con Rheinmetall Expal Munitions un contrato para el suministro en los tres próximos años un total de 84 morteros Eimos dentro de un acuerdo marco valorado en 134 millones de euros.
La aprobación de estos cuatro programas ha dado continuidad el nuevo ciclo inversor en un año complejo, con muy poco margen de maniobra desde el punto de vista financiero para lanzar nuevos proyectos, debido a la prórroga presupuestaria. La propia ministra de Defensa, Margarita Robles, informó en noviembre que el Ministerio ha manejado este año un presupuesto de alrededor de 15.500 millones de euros.
España, a la cola en la OTAN
La prórroga de las cuentas públicas ha interrumpido el plan de España para alcanzar hacia 2029 el 2% del PIB en Defensa, un porcentaje que reclama la OTAN a sus socios desde hace una década.
España finaliza el año en las estadísticas de la Alianza Atlántica como el país que menos invierte en Defensa respecto al PIB, un 1,28%. A esta situación también ha contribuido la evolución positiva de la economía española durante 2024.
Al igual que en 2023, el mes de diciembre ha sido frenético con el inicio de la construcción de los nuevos buques hidrográficos costeros y del BAM-IS en los astilleros de Navantia, el comienzo de las entregas de la segunda fase del programa del helicóptero NH90 o la llegada de un nuevo lote de vehículos de combate de zapadores Castor para el Ejército de Tierra.
Pero también hay que hablar de otros programas con dificultades. Durante la segunda mitad de 2024, el Ministerio de Defensa ha cerrado nuevos acuerdos con Navantia y Tess Defence para reconducir e impulsar dos de los proyectos estrella; el submarino S-80 y el Vehículo de Combate sobre Ruedas (VCR) 8x8 Dragón.