Las sorpresas del nuevo plan de la Armada: de los dos LHD y los buques nodriza, a los conectores y el petrolero

La Armada dio a conocer a principios de diciembre sus planes para aumentar el número de buques de la Flota a lo largo de la próxima década. La previsión a día de hoy, con un horizonte presupuestario en principio favorable, es poner en marcha una serie de nuevos programas de construcción de buques para sustituir buques próximos a la jubilación e incrementar capacidades en distintas aéreas. En el listado, presentado en la feria chilena Exponaval, aparecen proyectos ya anunciados, incluso en marcha, y otros que han sorprendido. En este último grupo podemos agrupar seis programas.

A continuación, vamos a hacer un repaso de cada uno, ordenados según las fechas previstas para el lanzamiento de estos programas. En este punto, cabe aclarar, la hoja de ruta planeada por la Armada no especifica si el año tentativo de inicio del programa correspondería con el comienzo del diseño del buque o con el arranque de la construcción.

-Patrulleros costeros. La primera gran novedad es el programa para la compra de nuevos patrulleros costeros. Las unidades a adquirir serían ocho y el proyecto vería la luz en torno a 2027. Por el momento no se conocen las características de estos patrulleros. La Armada ha retirado en los últimos años sus patrulleros más veteranos -Infanta Cristina e Infanta Elena- y deberá dar de baja más pronto que tarde los últimos de la clase Anaga. Por lo tanto, este programa aseguraría el relevo. En la actualidad, la Armada dispone de seis BAM en servicio, considerados por la propia institución como "patrulleros oceánicos", al igual que los cuatro de la clase Serviola. 

-Nuevos LHD. Según el calendario previsto, la Armada pretende lanzar en torno a 2028 un programa para la construcción de dos nuevos LHD (Landing Helicopter Dock, por sus siglas en inglés), o lo que es lo mismo un buque anfibio portaaeronaves. La idea no solo es reemplazar al LHD en servicio, el Juan Carlos I, sino también incrementar la capacidad de proyección estratégica -de ahí la apuesta por dos unidades-. El actual buque insignia de la Armada está diseñado para actuar como buque anfibio y también dispone de cubierta de vuelo que permite operar con perfil de misión de portaaviones con los veteranos cazas Harrier a bordo. Todo apunta a que los planes para adquirir dos LHD obligarían a continuar con un ala fija embarcada. Y aquí el principal candidato sigue siendo el F-35B.

Presentación de la Armada del futuro en Exponaval. Firma: Exponaval

-Conectores buque-costa. La hoja de ruta de la Armada incluye otro programa muy interesante; los conocidos como conectores entre buque y costa. En este caso, el proyecto, que echaría a andar también en 2028, contemplaría la compra de siete unidades. El programa potenciará la capacidad de proyección de la Infantería de Marina con un tipo de embarcación empleada para el movimientos de medios en los desembarcos. Los conectores cogerían el testigo de las actuales lanchas LCM-1E. A falta de más detalles, la Armada podría optar por un concepto similar a los nuevos a los SSC (Ship to Shore Connector) de la US Navy. En España, Navantia ha refinado el diseño de sus LCM en los últimos años pensado en el mercado australiano.

-Petrolero de Flota. El plan contempla el encargo a principios de la década de 2030 de un petrolero de Flota para reforzar los buques logísticos y de reabastecimiento de combustible en la mar. La Armada cuenta hoy con dos embarcaciones de este tipo, el Cantabria y el Patiño. El segundo será sustituido previsiblemente por un nuevo AOR también incluido en la nueva hoja de ruta, anunciado a principios de 2024, pero todavía pendiente de financiación.

-Buques nodriza (LXX). La Armada tiene previsto iniciar en torno a 2029 un programa para la adquisición de tres buques conocidos por el momento como LXX o nodriza. En principio, sería una nueva clase de buque que no sustituirá, al menos de forma inmediata, a ninguno de los navíos en servicio. Estaríamos ante embarcaciones flexibles capaces de operar en alta mar y también en zonas cercanas a la costa, con cubierta para el empleo no solo de helicóptero sino también de drones.

-Nuevos cazaminas. Esta es la última de las novedades del plan y el programa más a largo plazo. El lanzamiento no tendría lugar antes de 2033, de acuerdo con el calendario presentado por la Armada. La previsión es adquirir una nueva serie de seis unidades a partir de ese año para reemplazar los seis de la clase Segura operativos desde hace más de dos décadas. La Armada, hay que recordar, tiene previsto una actualización de media vida de los cazaminas en servicio para incluir equipamiento más moderno -como un nuevo sonar- y estirar su vida al menos otra década.