Tras meses de demora respecto al calendario previsto, por desavenencias entre Alemania y Francia en torno a la siguiente etapa del proyecto, el programa del Futuro Sistema Aéreo de Combate (FCAS) toma velocidad, después de que hace unos días las tres partes (España es el tercer socio) acordasen desbloquear el proyecto. Francia prevé ahora que los contratos con la industria se adjudiquen a principios de diciembre, en unos pocos días. Lo ha revelado el ministro de las Fuerzas Armadas del país, Sébastien Lecornu, al referirse a estos contratos de estudio para desarrollar un demostrador del FCAS, lo que equivale a dar paso a una fase clave del proyecto que llevaba meses estancada, y que precede a las siguientes etapas de desarrollo y producción.
El presupuesto que van a atender estos contratos, de la fase 1B, está fijado en 3.500 millones de euros, y supone sacar adelante los estudios pertinentes que lleven a la construcción de un demostrador del avión de combate de nueva generación. Este aparato deberá comenzar a volar en 2027, para probar las tecnologías previstas.
“En este momento están en marcha los trabajos para finalizar los contratos de la fase 1B”, como se denomina este periodo de trabajos que culminará con el vuelo del citado demostrador, ha explicado Lecornu, antes de precisar que la expectativa pasa por concluir estos trabajos “en los próximos días”. Distintos medios de comunicación franceses han recogido este fin de semana las palabras del ministro, que se ha mostrado claro: “Francia, país líder del proyecto [de esta parte del programa], desea poder adjudicar los contratos a los fabricantes para todos los pilares [de esta fase] a principios de diciembre, a través de la Dirección General de Armamento”, que es como se denomina la agencia de adquisiciones militares del país (DGA).
Diferencias desaparecidas
Tras las desavenencias mostradas en torno al futuro avión de combate del programa (NGF, por sus siglas en inglés) por parte Airbus, como líder industrial por parte de Alemania, y Dassault Aviation, por parte de Francia, ahora ya no existe ningún desacuerdo en torno a esta vertiente del FCAS, que es la conocida como Pilar 1, y que se centra en el fuselaje del futuro avión. El propio Lecomu ha reconocido que la “mayor parte de las dificultades y discusiones de los últimos 18 meses se han centrado en torno al Pilar 1”, por lo que ahora ya hay vía libre para retomar con fuerza el proyecto, una vez que las diferencias en este punto han desaparecido, según afirma una fuente relacionada con la cuestión citada por Defense Aerospace.
El programa franco-germano-español de un futuro sistema aéreo de combate es el proyecto de desarrollo militar más importante que tiene lugar actualmente en Europa. Con él se busca reemplazar las actuales flotas de aviones Eurofighter, de Alemania y España, y de Rafale, de Francia, por un sistema mucho más complejo y avanzado con 2040 en el horizonte, si bien, como consecuencia de los citados desencuentros de los últimos meses, el proyecto podría retrasarse en torno a una década.