La Marina Real británica (Royal Navy) tiene previsto dar de baja a finales de esta década a la actual solución de alerta temprana (AEW) de sus portaaviones, consistente en helicópteros Merlin equipados con radares Corwsnest, de la firma estadounidense Lockheed Martin. En este marco, el Ministerio de Defensa del país ha solicitado información (RFI) a los posibles fabricantes para conocer posibles propuestas de interés.
El programa, al que se estima un coste de entre 500 millones y 1.500 millones de libras (equivalentes a entre 582 millones y casi 1750 millones de euros al cambio actual), no apunta hacia una opción determinada (helicópteros o drones, por ejemplo), sino que está abierto a “conocer las opiniones de todas las partes interesadas sobre la mejor solución posible”.
El objetivo es obtener un sistema de vigilancia aerotransportada persistente (24 horas al día) que opere desde los portaaviones de la clase Queen Elizabeth, para proporcionar a sus grupos de combate “suficiente alerta de amenazas aéreas y de superficie que permita una acción eficaz contra la amenaza”. Cada grupo de combate de los dos portaaviones británicos está compuesto, además del propio buque principal, de naves de apoyo y fragatas y destructores de escolta.
Frente a misiles y aviones
Las amenazas, tanto aéreas como de superficie, que el futuro sistema pretende detectar incluye armas antibuque guiadas y aviones de ataque. Las empresas interesadas tienen hasta antes de las cinco de la tarde del próximo 6 de mayo para responder al formulario de la RFI.
En todo caso, el aviso del ministerio aclara que no se trata de un anuncio “de una adquisición inminente”. Y precisa: “Este RFI es puramente para obtener el conocimiento del mercado y no es el lanzamiento de una nueva adquisición”. Tanto los precios como los plazos del programa, añade la fuente, se irán concretando “a través del compromiso del mercado”. De momento, se estima un coste de los señalados entre 500.000 millones y 1.500 millones de libras y una fecha de inicio del contrato entre mayo de 2026 y mayo de 2027 para introducir la nueva solución en el servicio entre los años 2030 y 2035.
24 horas al día
Se da la circunstancia de que el actual sistema basado en helicópteros Merlin, que está previsto retirar a final de esta década, apenas lleva desde 2021 en servicio, según recoge Naval News. La Royal Navy no cuenta con capacidad para adoptar un sistema de la capacidad de las aeronaves de ala fija tipo Hawkeye, como los que operan desde los portaaviones estadounidenses gracias a sus cualidades Catobar (despegue asistido por catapulta y apontaje mediante detección por cable). La Marina británica abre la puerta con este proceso al posible uso de drones como alternativa a aeronaves tripuladas, al apuntar a una capacidad de vigilancia de 24 horas al día.