El Ministerio de Defensa dará el pistoletazo de salida el próximo año, gracias al incremento del presupuesto, a 16 nuevos programas de adquisiciones de capacidades para las Fuerzas Armadas financiados con cargo a los Programas Especiales de Modernización o PEA. El Ejército del Aire recuperará capacidades tras obtener los programas de mayor envergadura, con un presupuesto total de 680 millones para 2023, mientras que el Ejército de Tierra estará en más de la mitad de estos proyectos y también experimentará mejoras en áreas muy específicas, pero críticas. La Armada, por su parte, entrará en otros cinco programas.
El Ejército de Tierra logra el inicio de programas para la modernización de su artillería (antiaérea y de campaña) y sus comunicaciones, unas capacidades que los últimos años habían quedado en un segundo plano al hablar de prioridades. El ministerio pone en marcha la compra de lanzacohetes de alta movilidad Silam, la modernización del helicóptero Tigre, el Sistema Conjunto de Radio Táctica (SCRT), la modernización de los Patriot o la actualización del mando, control y comunicaciones, el llamado Plan MC3. El valor conjunto asciende a unos 300 millones en 2023.
Pero si hablamos de grandes programas, el Ejército del Aire y del Espacio obtiene los principales desde el punto de vista financiero. Dos programas para recuperar y reforzar la patrulla marítima con la compra de C-295, entre otras actuaciones; otros dos para la renovación de la flota de F-18 en la península, previsiblemente con más Eurofighter y F-35, -uno también engloba la sustitución de los Harrier de la Armada- y otro más para el Euromale. En total, alrededor de 580 millones de los 1.400 millones para nuevos programas el próximo año.
La Armada tampoco sale mal parada y obtiene otros dos programas; los nuevos buques hidrográficos y financiación para su nuevo helicóptero antisubmarino el MH-60R Romeo. El presupuesto para el próximo año para estos programas es de 220 millones. Como se ha señalado, asegura además el relevo de los Harrier en un programa con el Ejército del Aire, que abre la puerta a la llegada a España del caza estadounidense F-35 a finales de esta década, tanto en la versión convencional A, como de despegue y aterrizaje vertical, B.
También habrá otros programas transversales que potenciarán las capacidades de los tres ejércitos, es el caso del misil contracarro Spike, el helicóptero de entrenamiento H-135 o el mortero embarcado. Mientras, en el RPAS Sirtap, estarán en principio el Ejército del Aire y el Ejército de Tierra. Este grupo de proyectos recibirá casi 300 millones el próximo año.
Cabe apuntar que en el caso del Tigre y el Euromale el grueso de la partida del próximo año irá vía créditos de Industria.
Los programas ‘olvidados’
Entre los programas que podríamos considerar ‘olvidados’ se encuentran en el caso del Ejército de Tierra los relacionados con la renovación de la flota de vehículos blindados. Por el momento, no hay dinero para el proyecto del Vehículo de Apoyo de Cadenas (VAC), sustituto del veterano Transporte Oruga Acorazado (TOA), una plataforma que ya están dándose de baja, y tampoco para la modernización del carro de combate Leopardo y del blindado de cadenas Pizarro, la columna vertebral de las unidades mecanizadas.
También quedan a la espera de financiación la modernización de las fragatas F-100, en la mitad de su vida ya, y los proyectos asociados a la recuperación de capacidades de guerra electrónica e inteligencia en el Ejército del Aire y del Espacio.
Otros proyectos
El apartado Programas de Modernización (122A) del presupuesto de Defensa recoge otros proyectos de menor envergadura, así como contratos, previstos para 2023. El Ejército de Tierra continuará con la compra de radios, material de sanidad de campaña y paracaídas y equipos electrónicos; el Ejército del Aire prevé potenciar el Centro Logístico de Armamento y Experimentación (Claex) y mejorar la infraestructura en las bases del NH90 y el A400M; y la Armada espera completar los trabajos en Cartagena para acoger el submarino S-80 e invertir en la actualización del Centro de Operaciones y Vigilancia de Acción Marítima (Covam).