El remolcador ATF-67 Lautaro de la Armada de Chile zarpó el domingo 2 de enero desde Punta Arenas con rumbo a Talcahuano en donde se realizará su ceremonia de baja tras 31 años de servicios a la institución y haber recorrido un equivalente a 15 vueltas al planeta.
El buque, incorporado el 21 de diciembre de 1990, efectuó labores de patrullaje, vigilancia y control oceánico, búsqueda, rescate y salvataje como también funciones de control de contaminación acuática, mantenimiento de la señalización marítima, apoyo logístico a fuerzas de tarea y zonas aisladas en la Tercera Zona Naval.
Su último comandante, capitán de fragata Ramón González, señaló al momento del zarpe que "para nosotros ha sido un honor, un placer, un orgullo, un privilegio, servir en esta región que es la puerta de acceso al Territorio Chileno Antártico".
En cuanto al reemplazo del buque, el comandante González agregó que "el ATF-66 Galvarino ya se encuentra en el Territorio Chileno Antártico efectuando y desarrollando la Campaña y la Patrulla Antártica Naval Combinada".
Una leyenda
El ATF-67 Lautaro es un remolcador de la clase Veritas construido en el astillero Aukra Bruk A/S y entregado en 1974 a la empresa noruega Maersk. Bautizado con el nombre Maersk Tender, este buque, diseñado para cumplir tareas de apoyo a plataformas petroleras, fue comprado posteriormente por un armador mexicano, cambiando su nombre a Navimer I.
La Armada de Chile, como parte de la renovación del material naval, adquirió este buque en 1990. La unidad, rebautizada con el nombre del guerrero mapuche Lautaro, recaló en Talcahuano el 12 de diciembre de ese año y fue sometida a trabajos de recuperación de maquinaria e incorporación de equipos y sistemas en Asmar para operar en su nuevo rol.
En sus años de servicio realizó reaprovisionamiento en el mar y en puerto de unidades de combate, simulacros de rescate de submarinos, buque remolcador de la Escuadra Nacional, recuperador de torpedos de la Fuerza de Submarinos, remolcador de más de 24 blancos para prácticas de artillería y misiles, y participó en ejercicios como Unitas, Teamwork South y con fuerzas de tarea anfibias y misiones con fuerzas especiales.
En sus más de 47 comisiones a territorio antártico, la unidad realizó trabajos hidrográficos como el sondaje del estrecho de Gerlache, canal Neumayer, canal Peltier y mantenimiento e instalación de mareógrafos, sumado a apoyos a tareas científicas y logísticas del Instituto Antártico Chileno, apoyo logístico a las bases nacionales, aperturas y cierres. En la zona austral apoyó con carga, transporte de combustible y rondas médicas en áreas remotas.
El León del Estrecho, nombre con el que era conocido el buque, cumplió un rol clave en el sostenimiento del Territorio Chileno Antártico, enfrentando temporales y rompiendo hielos, superando lo aparentemente imposible en los rincones más apartados del territorio nacional, y pese a que su historia llega a su fin, su leyenda será imborrable en la historia de la institución.
Fotos: Armada de Chile