¿Dónde queda la intuición?

En los últimos meses he escuchado numerosas opiniones sobre el dato, su importancia, calidad, cantidad, gestión, propiedad, seguridad…

El dato siempre ha existido como herramienta en la toma de decisiones pero ahora, con la aparición de sistemas que permiten su captación masiva, a veces rozando la ilegalidad, y la Inteligencia Artificial, parece que ya no es necesaria la intervención humana. Aseguran que una adecuada información, asociada a un sistema que aprende solo, nos llevará a la decisión perfecta.

¿Dónde queda la intuición? Una cualidad humana que, combinando inteligencia y experiencia con creatividad y oportunidad, ha llevado a la humanidad a donde estamos.

En los famosos garajes que dieron lugar a la revolución digital trabajaban unos genios que tuvieron la intuición de imaginar lo que podría demandar una nueva sociedad global conectada.

Posteriormente otros genios tuvieron la intuición de convertir un teléfono en una cámara de fotos y después en un terminal multiusos o transformar el reloj en un sensor personal.

Siempre fue la intuición, la capacidad de ver y actuar de forma diferente, la que hizo avanzar la tecnología, en muchos casos enfrentándose y contradiciendo el dato .

Confiemos en nuestras habilidades humanas, no perdamos nuestras capacidades, aunque siempre será de gran ayuda disponer de un buen dato.