El Ejército Nacional del Uruguay estudia llamar a una nueva licitación para la compra de lanzacohetes antitanque RPG-7 rusos después de que el proceso se estancara en 2013 y de nuevo en 2015. Ahora, los altos costos de transporte y seguros planteados por los rusos complican la entrega del material.
En la referida licitación el ganador fue el RPG-7 ruso ofertado por la firma Bazalt, que quedó por encima del Panzerfaust 3 alemán propuesto por la firma local Gómez de Haedo SRL. Sin embargo, luego de confirmada la compra, los altos costos de envío y seguro requeridos por la fábrica rusa han complicado seriamente la oferta, pues el presupuesto asignado por el Ejército Nacional ya estaba definido y no se permiten variaciones en los costos de adquisición.
Ante esto se están buscando alternativas con otros proveedores del sistema, incluyendo una oferta realizada directamente por el Gobierno chino por una cantidad de material sensiblemente superior a la cotizada por Rusia, de entre 80 y 100 lanzadores, que se sitúa en el orden de los 300 lanzadores y vastas cantidades de munición. Esta oferta contaría, además, con amplios plazos de financiación, característica común a las ofertas realizadas por China a Uruguay. No obstante, la capacidad de penetración del sistema chino estaría por debajo de lo solicitado por la Fuerza de Tierra uruguaya, por lo que de todas formas el Ejército aún está a la búsqueda de una solución para la adquisición del RPG-7.
La decisión de adquirir este sistema fue basada en los costos de adquisición, que son sensiblemente inferiores a los del Panzerfaust 3, pero también en la experiencia que ya existe en el Ejército con el RPG-7, sistema que integra la fuerza desde hace años con excelentes resultados. Se espera que a principios de 2016 quede solucionado este inconveniente y se concrete definitivamente la compra.
Foto: Ejército Nacional del Uruguay