La elección de la alianza formada por la firma británica BAE Systems y la norteamericana Lockheed Martin Canada para dotar a Ottawa de 15 nuevas fragatas va a suponer un sobrecoste para el programa. Un informe presupuestario del parlamento canadiense sobre el coste de este proyecto, conocido como CSC, incrementa la cantidad prevista al considerar por primera vez “las características específicas del diseño Tipo 26 elegido por el Gobierno”.
La estimación del gasto total necesario para el programa CSC es ahora de 69.800 millones de dólares canadienses (más de 46.500 millones de euros al cambio actual) “durante 26 años”. Se trata de 8.000 millones de dólares más (más de 5.300 millones de euros) que la cantidad prevista en el informe sobre el coste del programa de 2017, y por tanto anterior al anuncio el pasado octubre de que el modelo elegido es el Tipo 26, presentado por BAE y Lockheed.
El nuevo estudio atribuye el milmillonario incremento al retraso previsto ahora en el inicio en la construcción del barco –el Tipo 26 es el único de los candidatos que no se encuentra aún en servicio, lo que originó una reclamación que paralizó un tiempo su elección– y al mayor tamaño del buque finalmente elegido respecto a lo previsto, entre otros.
El Tipo 26 es el mismo modelo elegido el pasado verano por Australia en su programa de construcción de nueve fragatas SEA 5000. Como en aquel caso, la compañía española Navantia, que optaba con una evolución de sus fragatas F-100, se quedó a las puertas de llevarse el programa CSC (siglas de Combatiente de Superficie Canadiense).
El doble de precio
El pasado agosto trascendió el temor que había aflorado entre el resto de candidatos a este concurso por un posible amaño para acabar eligiendo al grupo encabezado por BAE Systems y Lockheed Martin. Las sospechas emergieron a cuenta de la introducción de unos cambios por parte del Gobierno canadiense en el proceso. A mediados de agosto se informó de que las compañías tenían una segunda oportunidad para adecuarse plenamente a los requisitos del concurso si no cumplían con ellos. Hasta aquel momento, las empresas esperaban que se empleara un proceso descrito previamente para dar la oportunidad de solucionar problemas con las ofertas. Algunas competidoras apuntaron que el buque propuesto por BAE Systems y Lockheed Martin no podría satisfacer las necesidades canadienses, y que por eso se les estaba dando más opciones para mejorar su propuesta.
Se da la circunstancia de que el buque Tipo 26, desarrollado inicialmente para dotar a la Royal Navy (Armada de Reino Unido), costará a los británicos algo más de 1.400 millones de euros por cada unidad, mientras que Canadá, con la nueva estimación, deberá hacer frente a un coste de más del doble por cada uno de sus buques del mismo modelo –más de 3.000 millones de euros por barco–.