Hace años que los incendios forestales son tópicos recurrentes en Chile. Ya no es novedad que en esta época de verano y altas temperaturas las zonas boscosas se vean afectadas y ante esto surge la cooperación entre estamentos de las Fuerzas Armadas y la Corporación Nacional Forestal.
Personal de las FFAA se integra a las filas de la Conaf con brigadas especiales llamadas Brigadas de Refuerzo de Incendios Forestales (Brife), que actúan como apoyo en caso de incendios forestales graves, que es lo que vive Chile desde hace varios días. Esto, de acuerdo al convenio de cooperación firmado el 20 de enero de 2003 entre el Ministerio de Defensa Nacional y el Ministerio de Agricultura, las Fuerzas Armadas pueden participar en el combate de incendios forestales declarados bajo la condición de “alerta amarilla” o “roja”.
La Conaf capacita a personal del Ejército durante todo el año para este tipo de emergencias y, de acuerdo a esto, la labor que realizan en estos días se enfoca en las “faenas de liquidación”, es decir, sus funciones no conllevan mayores riesgos, ya que no tienen contacto directo con el fuego. A pesar de esto, su trabajo no es menos importante, ensanchan líneas y despejan material. La cuestión es que, si se les entrega instrucción todo el año, ¿por qué no se les permite ayudar más?, ¿por qué la instrucción de Conaf no puede ampliar los conocimientos que se les entrega a los conscriptos estos días? Quizás el Ejército podría ser de más ayuda si trabajara de la misma forma que lo hacen las brigadas de Conaf, es decir, en el combate directo contra el fuego.
Limitar el trabajo de las FFAA en las zonas afectadas por los incendios forestales en estos días podría ser una táctica no muy bien pensada ante el desastre natural que los siniestros están provocando, tanto a la flora y fauna chilena como a las personas que viven en las comunas, con un total de 238.613,16 hectáreas consumidas a la fecha de redacción de este artículo. Ante eso, quizás sería bueno replantear la instrucción que se les entrega a los conscriptos para que ellos también sean capaces, al igual que las brigadas de Conaf, de apagar los focos de incendio que mantienen a varias regiones de Chile bajo una nube de humo, trabajar a la par de Bomberos y Conaf y así acelerar la labor de extinción.
De acuerdo a datos de Conaf, al año 2013 Chile contaba con una superficie de bosque de 17,3 millones de hectáreas, lo que equivale al 22,9% del territorio nacional. Teniendo en consideración estos datos, entregados por la misma Corporación Nacional Forestal, ¿por qué no pensar en adiestrar a más voluntarios durante el año para este tipo de emergencias? Restringir el entrenamiento a conscriptos del Ejército es una actitud simplista.
Quizás si Conaf tuviera más recursos podría impartir cursos a voluntarios civiles, personas comunes y corrientes interesados por preservar la flora de nuestro país que ante este tipo de emergencias serían bastante útiles.
Recientemente se aprobó con setenta y tres votos a favor una comisión investigadora para evaluar las responsabilidades ante los incendios, pero ¿no sería mejor aprobar la entrega de más recursos a los organismos involucrados? En este momento lo importante no es saber quién ha provocados los incendios, sino extinguir los incendios y para eso lo que se necesita son recursos, no que los parlamentarios se reúnan.
Es importante destacar que de acuerdo al Centro Nacional de Alerta Temprana y a la información entregada por Conaf se reportan noventa y nueve focos de incendio, de las cuales 30 han sido controlados, 64 se encuentran en combate y cinco han sido extinguidos. Claramente no es posible seguir pensando que los incendios no han sido provocados, pero se han demorado dos semanas en decidirlo.
Además del trabajo en conjunto en terreno, los recursos desplegados por parte de Conaf, la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) y la Fuerza Aérea de Chile (FACH) ascienden a un total de 46 aeronaves entre aviones y helicópteros que se encuentran trabajando en las diferentes regiones afectadas. También, en coordinación con el Ministerio de Obras Públicas y el Ejército de Chile, se han entregado refuerzos de maquinaria pesada como bulldozer, motoniveladoras, excavadoras, retrocargadores y cargadores frontales para las líneas de seguridad y los cortafuegos.
Por otro lado, hay 4.000 personas realizando labores de control y extinción de los incendios, esto incluye a personal de las FFAA, brigadistas de Conaf, Bomberos, personal Municipal, Gobernaciones, estamentos del Estado, Intendencias y empresas privadas, sin embargo, los únicos con instrucción para apagar incendios son Bomberos y personal de Conaf.