Tras finalizar un año en el que hemos sufrido graves contingencias sanitarias, sociales y económicas, llega 2021 para enseñarnos que la pandemia no es lo único que pone en riesgo nuestra economía y nuestra estabilidad diaria. Es el caso, por ejemplo, de las severas inclemencias meteorológicas.
En estos meses han aflorado entre nosotros sentimientos y actitudes positivas y hemos sido testigos del enorme compromiso y entrega de los hombres y mujeres que, desde sus responsabilidades diarias, se han hecho imprescindibles para recuperar lo que llamamos normalidad.
Junto a los sanitarios, los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, Protección Civil, las cadenas de producción y distribución de bienes de primera necesidad y tantos otros, también nuestros militares y Fuerzas Armadas han tenido un papel principal para salvaguardar el bienestar de los ciudadanos haciéndose visibles, una vez más, en su vocación de servicio y disposición a la sociedad.
Podemos asegurar que las Fuerzas Armadas están cuando más se les necesita al servicio de los españoles. Y junto a ellos, una industria de Defensa reunida en Tedae que no solo se ha involucrado dotando a nuestros militares de los mejores materiales y sistemas para realizar su labor, sino también adecuando su producción para fabricar material médico y poniendo a disposición de los distintos ministerios el uso de sus medios y tecnologías.
Todo esto ha sido posible por la indudable vocación de servicio de las personas que forman parte de esta industria y de la innegable apuesta que este sector siempre ha hecho por la innovación. Ello ha permitido que las más modernas tecnologías aplicadas al mundo de la Defensa y desarrolladas en España, hayan estado disponibles en estos momentos para la sociedad civil.
Que nuestras Fuerzas Armadas dispongan de los mejores medios está estrechamente relacionado con la inversión que las empresas de nuestro sector destinan a I+D+I. De hecho, según un reciente estudio elaborado por la consultora KPMG, las empresas de Tedae invierten, de forma directa, más de 1.120 millones de euros en investigación y desarrollo. Esto hace de las industrias de Tedae uno de los principales impulsores de la innovación en España y, junto a otros sectores estratégicos como la industria farmacéutica (1.060 millones de euros) o la automoción (990 millones de euros), referente innovador en la economía española.
El sector de defensa español se encuentra en estos momentos desarrollando importantes programas tecnológicos. Entre los más importantes, y que marcan un salto cualitativo de extraordinaria importancia a nivel europeo, destacan los vehículos VCR 8x8, las fragatas F-110, los submarinos S-80, los helicópteros NH-90 y EC-135, o los aviones A400M, A330 MRTT, FCAS y Euromale, entre otros.
Considerando además de la actividad directa en innovación de las empresas de Tedae el impacto generado por estas en otras empresas enfocadas a la I+D+I de defensa, nuestra Industria es responsable del 8,4 % del total del gasto nacional. En otras palabras, sin la Industria de Defensa, la economía española perdería, cada año, más de 1.200 millones de euros en innovación.
La contribución total de Tedae al PIB de España fue, en 2019, del 1,7% con una tasa de crecimiento, en términos de facturación y de contribución al PIB, mayor que en otras industrias similares, lo que evidencia su importancia estratégica desde el punto de vista económico. El sector de defensa fue responsable de la mitad de esta aportación con un efecto multiplicador de 1,9.
En lo que respecta a la generación de puestos de trabajo, las Industrias de Tedae son responsables, directa o indirectamente, de un total de 211.921 empleos en España. Más de 23.000 son las personas que tienen un empleo directamente relacionado con el sector de Defensa, cifra que supera las 94.000 personas si se consideran los empleos indirectos e inducidos dedicados a las demandas de su cadena de suministro y al gasto generado por el desarrollo de esta actividad económica en España.
Estas cifras que recoge el Informe de KPMG para Tedae, demuestran la importancia de continuar desarrollando un sector que impulsa la economía, un sector tan relevante para preservar nuestros valores como sociedad y un sector esencial para la recuperación.
España tiene un papel ineludible en Defensa y está en un momento clave para potenciarlo.
Debemos perseverar y ocupar el papel que nos corresponde con voz propia.