Una delegación del Ministerio de Defensa español, encabezada por el director general de Armamento y Material (Digam), almirante Santiago González Gómez, ha visitado recientemente la oficina del programa conjunto (Joint Program Office, JPO) del caza de combate F-35 Lightning II, ubicada en Arlington (Virginia).
Durante la misma, el almirante Gónzalez mantuvo un encuentro con el jefe del JPO, el teniente general Erick Fick de la Fuerza Aérea estadounidense (Usaf). Las imágenes de la reunión fueron difundidas el pasado 8 de agosto a través del Servicio de Distribución de la Información Visual de Defensa (Dvids), una entidad adscrita al Departamento de Defensa de Estados Unidos (Dod).
Del lado español, también estuvo presente el subdirector general de Relaciones Internacionales de la DGAM, contralmirante Nicolás Monereo Alonso. El Ministerio de Defensa español y la JPO no han informado sobre el contenido de la reunión, sin embargo, la presencia del Digam, máximo responsable de los grandes programas de adquisiciones de material para las Fuerzas Armadas, pone de manifiesto hasta qué punto España está interesada en este programa.
La Armada española ha dejado claro en varias ocasiones durante los últimos años que el F-35B, la versión de despegue corto y aterrizaje vertical (STOVL) del caza de quinta generación de Lockheed Martin, es la única solución en el mercado para sustituir a los veteranos cazabombarderos Harrier AV8B+ operativos en la Novena Escuadrilla de la Flotilla de Aeronaves (Floan).
En noviembre del año pasado, el almirante jefe de la División de Planes del Estado Mayor de la Armada (Adivpla), vicealmirante Gonzalo Sanz Alisedo, dio a conocer en un encuentro con la prensa que ya existe un calendario tentativo para la entrada en servicio del F-35B. Según los planes de la Armada, la vida operativa de los cazas Harrier podrá extenderse hasta 2028 aproximadamente, por lo tanto, el F-35B, debería llegar en torno a 2028-2030. Para cumplir con estos plazos, sería necesario lanzar el programa de adquisición de los nuevos cazas en los próximos cinco o seis años, y, en todo caso, no más tarde de 2025.
En ese mismo encuentro, el almirante general Teodoro López Calderón, actual jefe del Estado Mayor de la Defensa (Jemad), explicó que España no busca en principio entrar en el Joint Program Office, en el que están operadores del caza como Reino Unido, Italia, Países Bajos o Dinamarca, entre otros. A este respecto, la breve nota sobre la reunión, publicada por el Dvids, junto con tres fotografías, detalla que la Joint Program Office del F-35 es “el punto focal del Departamento de Defensa para el avión de ataque de quinta generación para la Armada, la Fuerza Aérea, la Infantería de Marina y nuestros aliados”.
López Calderón también afirmó que la idea es negociar un acuerdo con Lockheed Martin que incluya retornos industriales. “El objetivo es llegar a una adquisición, pero evidentemente con unos retornos industriales y de otro tipo para España. De forma, que no sea solo un pago y la compra de un avión. Hay países que lo han gestionado bien”, explicó el entonces Almirante Jefe del Estado Mayor de la Armada.
El almirante puso como ejemplos los respectivos acuerdos de la compañía estadounidense con Bélgica o Singapur para la venta de este modelo de caza. “Gestionar retornos con Lockheed Martin es posible. Lo están haciendo otros países no hay más que ver a Bélgica o Singapur, habrá que tener una negociación previa entre el cliente y proveedor y llegar a una solución la más optima posible equilibrando los intereses de las dos partes. Aunque sea difícil no es imposible”, destacó.
A la espera del acuerdo, la Armada ha empezado también a estudiar como sería el proceso de implantación del F-35B, que implicaría reformas tanto en la base de Rota como el LHD Juan Carlos I.