Francia dotará a su Fuerza Aérea con el avión de entrenamiento suizo Pilatus PC-21

Hace más de un año Infodefensa.com publicó que el avión de suizo PC-21 era el favorito para ser adquirido por Francia para dotarse de entre 20 y 25 aeronaves con las que preparar a sus pilotos del avión de combate Rafale. El fabricante, Pilatus Aircraft, ha confirmado este jueves la orden en firme de 17 aeronaves de este modelo suscrita por París.

El anuncio viene acompañado por dos ventas más de PC-21 (en la imagen principal aparece junto a la Patrulla Acrobática de la Fueza Aérea Francesa. Una por dos unidades para la Real Fuerza Aérea Jordana y otra por la misma cantidad para la compañía británica QinetiQ, operadora de la Escuela de Pilotos de Prueba del Imperio (ETPS, por sus siglas en inglés). La venta de los 21 aparatos en total supone una transacción valorada en 300 millones de francos suizos (280 millones de euros).

La empresa se muestra especialmente satisfecha por haber sido elegida para dotar a Francia de un aparato en el que se formarán los futuros pilotos del caza Rafale, fabricado por Dassault Aviation. Este contrato fue firmado el 30 de diciembre entre la Fuerza Aérea Francesa y Babcock Mmission Critical Services France (BMCSF), de la que Pilatus actúa como subcontratista. Además de los aviones, el acuerdo incluye distinto material de formación en tierra. Francia se convierte tras el encargo en el segundo cliente europeo del PC-21, después de la Fuerza Aérea Suiza.

El Pilatus PC-21 se ha impuesto finalmente en el programa francés de búsqueda de un nuevo entrenador a otros modelos, como el italiano M-345, de Leonardo Aircraft. También se contempló en su momento que competirían para hacerse con este contrato la compañía checa Aero Vodochody, con una versión modernizada de su avión a reacción L39; la británica BAE Systems, fabricante del también reactor Hawk, y el norteamericano Beechraft T6 Texan.

El competidor checo llegó a denunciar el proceso francés de elección de su nuevo avión de entrenamiento por las preferencias que mostraron altos funcionaros galos por el PC-21, lo que les llevó a hablar de “competencia desleal e imparcialidad”.

El avión elegido se empleará en la formación de los 290 pilotos de combate que deberán volar 250 horas cada uno al año, una parte en los propios Rafale, otra en simuladores y una tercera en el nuevo avión de entrenamiento, que contará en su cabina con un equipo de simulación del avión de combate. En él se trabajará para adiestrar a los pilotos en el vuelo de los Rafale en misiones de inteligencia, vigilancia y reconocimiento. Los vuelos de alta intensidad se continuarán entrenando en los Alpha Jet de la Fuerza Aérea Francesa, de los que la mayoría de unidades van a ser retiradas. El resto serán mejorados para continuar formando pilotos hasta finales de la década de 2020.

En este proceso de mejora de la flota de entrenadores quedó descartado que Francia desarrollase un nuevo reactor de entrenamiento propio, según el presidente de Dassault Aviation, Eirc Trappier, que explicó en 2015 durante una ponencia que el país no contaba con presupuesto para ello.

En cuanto a la venta a QinetiQ, la empresa británica empleará sus nuevas máquinas para entrenar a ingenieros y pilotos de prueba de la ETPS. En este caso los PC-21 deberán contar con sus instrumentos de vuelo modificados para cumplir su misión.

La Real Fuerza Aérea Jordana, por su parte, ha ordenado sus dos nuevos Pilatus PC-21 para completar una flota de diez aeronaves de este modelo, después de que adquiriese ocho anteriormente con los que sustituir el pedido inicial del modelo PC-9 M del mismo fabricante solicitados inicialmente, en agosto de 2015. Las primeras entregas llegarán a Jordania a mediados de este año, si no hay contratiempos.

El Pilatus PC-21 también fue anteriormente elegido por las fuerzas aéreas de Australia, que encargó 49 unidades a finales de 2015; Arabia Saudí, Catar, Emiratos Árabes unidos y Singapur.

Foto: Pilatus Aircraft