Un caza ruso MiG-31 ha disparado un misil hipersónico Kinzhal. El presidente del país, Vladimir Putin, anunció la semana pasada que esta nueva arma es capaz de volar a una velocidad diez veces superior a la del sonido (Mach 10). Es decir, a más de 12.000 kilómetros por hora. En su intervención, recogida por Infodefensa.com el pasado 3 de marzo, el mandatario aseguró que se trata de un proyectil único: "No tiene análogos a nivel mundial".
El Kinzhal es capaz de atravesar el escudo antimisiles con el que cuenta EEUU para defenderse, según Moscú, lo que, de ser cierto, aporta una ventaja a las fuerzas rusas en una nueva escalada armamentista que según el Kremlin ha iniciado Washington. Sus desarrolladores afirman que es capaz de hacer blanco a objetivos a 2.000 kilómetros de distancia.
En la prueba anunciada ahora el proyectil lanzado por un MiG-31 con base en un aeródromo del Distrito Militar Sur, impactó contra un blanco designado en un polígono militar del país que no ha sido especificado.
Putin apuntó en su discurso sobre el estado de la nación de primeros de este mes que su país está respondiendo "a los sistemas de defensa antimisiles que los estadounidenses instalan en Europa". Y detalló: "Los Aegis estadounidenses vuelan a una velocidad de Mach 5 como máximo, pero para alcanzar un cohete que se desplaza aunque sea a una velocidad de Mach 10 hay que disponer de un anti-cohete con velocidad de Mach 15, que EEUU no tiene".
El mandatario ruso adelantó que ya se habían realizado pruebas con esta arma. Ahora ha trascendido que antes del disparo anunciado este fin de semana el avión de combate MiG-31 ha realizado 250 vuelos con el misil.
El Kindhal forma parte del nuevo arsenal de “armas invulnerables” que el presidente ruso aseguró tener el 1 de marzo y que su país ha desarrollado como respuesta al abandono en 2002 por parte de Estados Unidos del Tratado sobre misiles Antibalísticos (conocido como AGM). Ese acuerdo fue suscrito en 1972, en plena guerra fría.