Pese a los equivocadísimos reportes que desde 2016 hablaban de su baja, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ha confirmado a Infodefensa.com que gracias a diversos trabajos de mantenimiento general se ha recuperado la operatividad de dos aviones Northrop F-5 Tiger II, un modelo E y un modelo F. Este par de aviones ya se han visto recurrentemente sobre los cielos de la base aérea de Santa Lucía, confirmando que aún existe un impulso por no dejar morir la aviación supersónica de México.
Como lo hemos venido documentando desde 2014-2015, la Fuerza Aérea Mexicana (FAM) y la Sedena han lanzado un programa de recuperación de estas aeronaves, centrado en sus sistemas de combustible pero principalmente en los motores General Electric J85, que se sabe es la principal causa de la baja operatividad que estas aeronaves han sufrido en los últimos años.
Parte de este programa de recuperación contemplaba el envío de seis motores J85 a la empresa suiza Ruag, considerada una autoridad en el medio aeronáutico debido a que desde 1997 es el proveedor de servicio oficial y certificado por General Electric para la reparación de éste tipo de ingenios y que recibe unidades a reparación de todo el mundo.
Debido a que en México no existen proveedores certificados que atiendan este mercado y a causa de que las aeronaves se introdujeron en 1982 sin este nivel de soporte, resulta absolutamente necesario que se atiendan de éste modo, así que no queda duda de que se trató de una decisión correcta.
De este modo Sedena confirmó que se enviaron seis motores a revisión y a reparación mayor, de los que ya se ha recibido uno de vuelta y se espera que los cinco restantes regresen a México en el transcurso del 2018. Lo que podría significar la puesta a punto y recuperación de tres a cinco aviones en los siguientes meses.