El Poder Ejecutivo de Argentina, a través de la Secretaria de Asuntos Militares mediante la resolución 2021-244-APN-MD, dispuso la creación del Comando Conjunto Marítimo (CCM), dependiente del jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas.
La resolución establece como misión del CCM conducir las operaciones de vigilancia y control en los espacios marítimos y fluviales en forma permanente a fin de contribuir a la preservación de los intereses vitales del país y de coordinar las diferentes actividades de vigilancia y control de los espacios marítimos dando así una mayor eficacia al Estado Nacional en este propósito.
Para el funcionamiento del CCM el Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea pondrán a disposición del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas los recursos humanos y materiales que les sean requeridos, tanto medios navales, aeronavales y aeroespaciales.
El CCM tendrá a su cargo la elaboración de planes tácticos contribuyentes para la vigilancia y control de los espacios marítimos y fluviales; el diseño y desarrollo de un sistema que permita en forma centralizada la integración y procesamiento de la información. A su vez, podrá intervenir en la elaboración de la doctrina militar conjunta relacionada con la vigilancia y control de los espacios marítimos y fluviales y la elaboración de las reglas de comportamiento para este tipo de operaciones.
Hasta tanto no se establezca el CCM, a más tardar el 31 de diciembre, el Comando de Adiestramiento y Alistamiento de la Armada Argentina asumirá las funciones y tareas relacionadas con la vigilancia y control de los espacios marítimos y fluviales.
Si bien la flota pesquera argentina es la única que tiene permitida la explotación comercial de los recursos vivos marinos de la Zona Económica Exclusiva (ZEE), establecido por el artículo 35 del Régimen Federal de Pesca, cada año un promedio de 400 barcos opera de manera no reglamentada en la milla 2001, la cual se convierte en pesca ilegal cuando ingresan en la ZEE.
A estos barcos pesqueros, principalmente chinos, coreanos y españoles, los acompañan buques frigoríficos que concentran la carga obtenida para su transporte a los puertos de destino y petroleros que reabastecen de combustible a los pesqueros. Esta flota generalmente se posiciona en el área adyacente a la ZEE argentina en tres puntos focales: lateral Península Valdés, lateral Golfo San Jorge y norte de las Islas Malvinas, permaneciendo allí por períodos de entre uno y doce meses, y están charteados por grupos navieros privados internacionales.
El costo de las pérdidas anuales causados por la pesca ilegal es difícil de calcular, pero especialistas afirman que las pérdidas para el país alcanzarían los 2.000 millones de dólares. La mayor pérdida se produce en aguas circundantes a las Islas Malvinas, ya que los buques que operan allí lo hacen con permisos o habilitaciones ilegales e ilegítimas.