La proliferación de proyectiles hipersónicos, capaces de superar más de cinco veces la velocidad del sonido, obliga a la búsqueda de medidas para contrarrestarla. El anuncio que hizo el propio presidente ruso, Vladimir Putin, hace ahora siete años, de que ya contaba con un arma hipersónica, el proyectil Kh-47M2, capaz de atravesar el escudo antimisiles de EEUU, fue el primero de una serie de avances que tienen su contrarréplica, entre otras, en la revelación que ha hecho ahora la firma estadounidense Lockheed Martin sobre el ensayo de la capacidad de su sistema de combate Aegis de enfrentar amenazas hipersónicas.
El destructor estadounidense de la clase Arleigh Burke USS Pinckney (DDG-91) ha probado con éxito el funcionamiento del sistema de combate Aegis que monta para detectar, rastrear y actuar contra un misil balístico hipersónico avanzado de alcance medio (MRBM, por las siglas de este concento en inglés), en un ejercicio virtual en el que se ha empleado un misil SM-6 Block IAU simulado.
La prueba ha contado con la participación de la Agencia de Defensa de Misiles de la Armada de Estados Unidos, junto a Lockheed Martin y otros socios industriales. En ella se ha empleado el software más avanzado del sistema Aegis configurado para la prueba de vuelo de defensa contra misiles balísticos.
“Nuestro Sistema de Combate Aegis se defendió con éxito contra una amenaza hipersónica simulada”, ha concluido tras el ejercicio la vicepresidenta de Soluciones de Combate Multidominio de Lockheed Martin, Chandra Marshall.
Para Marshall, “la ventaja de defensa hipersónica del Aegis Baseline 9 contra un objetivo de MRBM aporta una capacidad increíble que permite a nuestro combatiente ver lo invisible antes, asegurando que nuestros marineros se enfrenten con rapidez a las amenazas”.
El éxito de la prueba, añade el fabricante, también pone de relieve la capacidad del Sistema de Combate Aegis “para adaptarse a un entorno de defensa en constante evolución”. Las configuraciones tanto marítimas como terrestres del Aegis, continúa la fuente, demuestra la flexibilidad y escalabilidad del sistema, “convirtiéndolo en un pilar clave de la defensa antimisiles”.
Base española de Rota
La clase Arleigh Burke, a la que pertenece el USS Pinckney de esta prueba, es la misma de los seis buques que a partir de este año (antes eran cuatro) completan el despliegue de la Armada estadounidense en la base española de Rota, donde se emplazan para proporcionar principalmente un escudo antimisiles sobre Europa gracias a la capacidad de sus sistemas Aegis.
El Aegis también está instalado en las fragatas F-100, las más nuevas con las que cuenta la Armada española, y serán igualmente equipadas en las futuras F-110 que ahora construye Navantia en Ferrol, y cuya primera unidad se espera botar este mismo año.
Lockheed Martin entregó hace unos meses a Japón la primera antena de radar AN/SPY-7(V)1 para buques, elemento clave del sistema Aegis. Se trata de un desarrollo que únicamente van a incorporar en el mundo buques españoles y canadienses, además de los estadounidenses y los citados japoneses.