Tess Defence inicia una nueva etapa con Indra como principal accionista. El gran objetivo ahora de la compañía es disponer de capacidades industriales y tecnológicas para asumir el ensamblaje final del VCR 8x8 Dragón y del futuro VAC (Vehículo de Apoyo de Cadenas), los dos programas más importantes del Ejército de Tierra con un presupuesto conjunto próximo a los 5.000 millones de euros.
Para ello, el consorcio, en el que continúan como socios minoritarios GDELS-Santa Bárbara Sistemas, Escribano y Sapa, tiene previsto construir un centro en Asturias. Estas instalaciones concentrarán " los recursos industriales y de ingeniería de diseño", adelantó Indra hace unos días después de adquirir la mayoría de Tess Defence.
El primer paso es encontrar una ubicación. Ya están en marcha las conversaciones con el Principado de Asturias y distintos ayuntamientos para buscar una parcela con las características adecuadas. Por razones obvias, el centro tendrá que estar lo más cerca posible de la planta en Trubia de GDELS-Santa Bárbara Sistemas, el epicentro actualmente de la fabricación del VCR 8x8 y del montaje de los principales equipos y sistemas del blindado.
En el nuevo esquema industrial, el centro de Tess Defence cogerá el relevo a medio plazo de los trabajos relacionados con la integración final de los vehículos (plataforma, grupo motopropulsor, estaciones de armas, sistemas de misión...), mientras que la planta de Trubia continuará con la fabricación de las plataformas (barcazas, trenes de rodadura...).
Candidatos no faltan. En listado de municipios que han mostrado por el momento interés en el proyecto aparecen Oviedo, Gijón, Avilés o Siero. En principio, el nuevo centro ocupará unos 200.000 metros cuadrados de suelo industrial. La decisión se tomará probablemente a principios de 2025.
Un proyecto complejo
Este nuevo centro será un revulsivo para la industria de defensa en Asturias. El Principado apuesta por impulsar el sector mediante el Hub Defensa, una asociación que ya reúne a medio centenar de empresas, y también busca atraer nuevas compañías con ayudas y beneficios como reclamo. En junio, Escribano Mechanical & Engineering ya anunció la apertura de un centro de ingeniería en Asturias.
El proyecto encierra cierta complejidad y aún tiene por delante un largo camino. La operación por la que Indra pasa a ser el accionista principal de Tess Defence todavía tiene que recibir el visto bueno de las autoridades reguladoras. No están previstos contratiempos -el movimiento cuenta con el apoyo del Ministerio de Defensa-, pero habrá que esperar a la formalización para que el proyecto del nuevo centro empiece realmente a coger forma.
Después toca no solo construir las instalaciones, sino recabar además las pertinentes autorizaciones de la planta dedicada a actividades de defensa. Todo el proceso podría extenderse más de dos años, de acuerdo con las primeras previsiones.